YA QUEDA POCO PARA CALENTARNOS CON LAS CASTAÑAS

     ¡Cómo se pasan los días y las semanas! Otra semana más que acabamos sin darnos cuenta, ufffff; cuando menos nos demos cuenta, ya estamos cantando villancicos y decorando todo el cole de Navidad. La semana se nos ha dado genial, hemos hecho un poquito de todo, aunque la mala noticia es que Sergio y Dylan no han acabado la semana con nosotros. Fueron fuertes a la varicela la semana que faltamos un montón de niños al cole, pero ahora sí que se han contagiado, y dentro de nada tendrán sus cuerpecitos rodeados de molestos granitos. Un besote viajero para nuestros dos compis, ¡muuuuaaaaakkkkk!

     Hoy hemos empezado a prepararnos para la fiesta de la castaña, que la celebraremos la semana que viene; aunque hemos visto en las noticias que viene un frío casi de invierno, así que no sabemos si podremos celebrarla, pero bueno, las castañas son redonditas y calentitas, y nos servirán para combatir el frío. Lo primero que hemos hecho son nuestras coronas de la castaña. Hemos coloreado la castaña, la hemos recortado solitos, la hemos pegado en una cartulina y lo hemos decorado con gomets. No os preocupéis Dylan y Sergio, que dice el profe que en cuanto estéis curados haréis con él las vuestras.

 

 

     Ahora sólo falta que el profe nos mida a cada uno el "cabezón" y nos las ajuste a nuestra medida. Y hemos puesto nuestro nombre por detrás, no vaya a ser que nos equivoquemos y nos las cambiemos. Aunque sería gracioso, porque muchas veces jugamos a cambiarnos de sitio y aprovechamos y nos cambiamos de nombre; sería algo parecido.

     A Patosa ya le hemos dicho otro viernes más "adiós", bueno, mejor dicho "hasta luego", porque siempre acaba volviendo al cole. Este viernes se ha marchado un poquito antes de lo normal. Resulta que se ha marchado con Mariola, y hoy tenía Mariola cita con el dentista a la hora del recreo. Pues Patosa ha aprovechado y ha ido también a que le revisen los dientes igual que a nuestra compañera. Espero que no tenga miedo del dentista, porque seguro que le dice que tiene la dentadura genial; se lava los dientes tooooooodos los días. Con Mariola va a estar en palmitas, porque es como un pequeña mamá. No le va a faltar de nada, y seguro que vuelve encantada.

 

 

     Hoy nos ha metido el profe en la funda de la tarea una nota para las familias. La nota dice que en casa nos pongamos el traje de investigadores y busquemos información o cosas curiosas de las tradiciones y costumbres chinas. Vale cualquier cosa, ropa, juguetes, fotos, ilustraciones, carteles, objetos... lo que sea. Hay mil cosas. Nosotros ya sabéis que en el cole hemos empezado a investigar y a aprender muchas cosas de esta cultura milenaria. Dice el profe que con todas las cosas que traigamos vamos a hacer un rincón en la clase, el rincón de China. Y nos ha prometido más sorpresas durante las próximas semanas. ¡Qué emoción! Nos pondremos manos a la obra y seremos originales llevando al cole curiosidades de los chinitos. Y todo lo que vayamos llevando a la clase lo contaremos por aquí. Así estaréis informados todos de primerísima mano.

     Y volviendo a la celebración del día de la castaña, como ya sabéis, nuestra compañera Silvia es alérgica a los frutos secos, y la castaña es un fruto de este tipo, así que no puede ni debe comer castañas. ¿Entonces qué? Pues debemos pensar entre todos algo que pueda comer Silvia ese día, emulando a las castañas y que no sea un fruto seco. Difícil, difícil... A ver qué se nos ocurre, por muy disparatado que sea podéis dejarlo por escrito en nuestro blog. Entre todos encontraremos una solución al problema.

 

     Nos toca despedirnos hasta el próximo lunes. No va a ser un lunes cualquiera porque tenemos una celebración. Nuestra amiguita Lucía cumple 4 añazos ya. Se nos está haciendo toda una mujercita. En realidad su cumpleaños es el domingo, 22 de Noviembre, pero como quiere celebrarlo en el cole lo organiza el lunes. ¡Qué buena manera de empezar la semana! Pasad todos buen "finde"; os dejamos con una frase sobre los niños que esperamos que os despierte una sonrisa y un "¡Ay madre qué verdad es!".