En mi cole hay un dragón... y no escupe fuego, ni tiene un aliento capaz de quemar los tejados de los vecinos. Es un dragón bonachón, vigilante, que nos da todos los días los buenos días cuando nos acercamos al cole, ya desde lo lejos de la calle; y nos despide con ganas de que volvamos al día siguiente. En mi cole hay un dragón que necesita del sonido de los niños, de sus risas, de sus llantos, de sus canciones y de sus juegos en el patio.

 

       En mi cole hay un dragón que cuando llega el viento del otoño mueve su enorme cola y su cabeza para advertir a los niños de este aire tan juguetón, que a más de uno puede hacer volar su gorro. En mi cole hay un dragón que cuando llega el invierno se queda helado por fuera debido al frío, pero que se mantiene con su corazón caldeado gracias al cariño de los más pequeños. En mi cole hay un dragón que cuando llega la añorada primavera sonríe viendo revolotear los pájaros al lado de su enorme cuerpo. En mi cole hay un dragón que cuando llega el verano llora amargamente y en silencio viendo marcharse la alegría y la algarabía de los más pequeños hasta el mes de septiembre.

 

       En mi cole hay un dragón... y muchas, muchas cosas más. ¿Las queréis conocer? Pues en este humilde blog pretendemos mostraros lo que unos pequeños habitantes de este cole tan especial hacen en su día a día, lo que les pasa de bueno, lo que les pueda ocurrir de malo, en definitiva... una parte muy especial de sus vidas en estos años tan tempranos y tan intensos. Os invito a todos, familias, amigos, compañeros y gente que tenga curiosidad por aprender de los que comienzan a dar sus primeros pasos en la enseñanza. Un abrazo a tod@s y bienvenidos.

 

 

 

¡QUE NO OS DÉ MIEDO ACERCAROS A ESTE DRAGÓN TAN MAJESTUOSO Y ELEGANTE!