jueves, 12 de noviembre de 2015

SALTA Y SALTA POR LOS MONTES...

     Hola de nuevo a todos. Ayer os dejamos un poquito con la intriga de lo que nos habíamos encontrado en el patio durante el recreo. Algunos lo sabíamos, pero los papás y mamás no. Si los familiares os han preguntado espero que les hayáis dicho la verdad, y no os hayáis inventado que ha aterrizado un helicóptero en mitad del arenero. Os vamos a decir la respuesta a la incógnita de ayer con una adivinanza...


SALTA Y SALTA POR LOS MONTES,
USA LAS PATAS DE ATRÁS,
SU NOMBRE YA TE LO HE DICHO,
FÍJATE Y LO VERÁS.

 
 
     Seguro que todos lo sabíais o lo habéis adivinado. El señor SALTAMONTES. Fue un momento en el patio muy divertido, aunque también algo alocado. Cuando Hugo llamó al profe y al final vio al insecto, nos mandó a unos cuantos a por un cubo a la clase. Nosotros, que a veces somos un poco "tomelloseros", cogimos el cubo de la basura y lo sacamos al patio; pero José Enrique se refería a un cubo del arenero. Ya con el cubo en la mano, el profe atrapó al saltamontes, y quisimos enseñárselo a las maestras, pero era muy juguetón, y se escapó varias veces del cubo. Saltaba, como dice su nombre, un montón, e incluso volaba con sus alas. Se subía a la chaqueta del profe, sobre nosotros y los niños de otras clases... fue la monda. Cuando conseguimos enseñárselo a las otras maestras en el patio, éstas nos dijeron que les daba un poquito de repelús, y que nos lo llevásemos. Pero resulta que el saltamontes tuvo que enamorarse de ellas, porque cuando José Enrique lo lanzaba hacia la valla para que se fuese a la calle, cogía y daba media vuelta y volvía hacía las maestras. Las maestras chillaban y corrían... ¡Jajajajaja! Fue un momentazo. Hasta que por fín conseguimos que se fuese a la calle y dejase el cole del dragón, porque corría el peligro de ser espachurrado por cualquier niño. Esperamos que le haya ido bien en su nueva vida fuera de nuestro patio. Aquí os lo presentamos.
 


 
 
 
REFLEXIÓN DEL PROFE: Los niños son una caja continua de sorpresas, no paran de despertar mi admiración y de sorprenderme. Son imprevisibles, genuinos y bastante divertidos. El mejor de los cómicos debería venirse a un cole a coger apuntes e ideas que van surgiendo en el día a día. A veces son auténticos puntazos los que tienen. Hoy mismo, a última hora, varios de ellos estaban dibujando libremente en la pizarra. Nada que no sea habitual, hasta que me llaman y me dicen que contemple sus obras de arte. Se habían dibujado a ellos mismos y a sus compañeros llenos de granitos de varicela. Está claro que la varicela esta semana ha estado de moda en el cole del Dragón. Hasta en los propios dibujos los niños la reflejan, y de una forma bastante graciosa. Lo que más me hace gracia, a parte de los granitos abundantes, es la expresión del dibujo de la boca, que denota tristeza. Cualquier crítico de arte diría que han sabido reflejar la angustia y tristeza de una enfermedad como la varicela de una forma magistral. ¡Jajajaaja! Lástima que se borre la pizarra, porque podríamos sacar un buen pellizco por estos dibujos.
 
 

 

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