miércoles, 9 de marzo de 2016

HOY ME SIENTO...

¿Cuál es la mejor manera de empezar cualquier día? Todos sabemos la respuesta: con buen humor, con una sonrisa de oreja a oreja, con alegría en el cuerpo y en la mente, muy happy. Aunque hay días que no podemos evitar tener otro tipo de sentimientos y sensaciones, y nos hacen tener el estado de ánimo diferente. Os contamos esto porque el profe ha dejado en la asamblea cuatro caras, con cuatro estados de ánimo: feliz, triste, dolorido y enfadado. Cada día, el encargado, debe elegir uno de los cuatro, según se sienta ese día, y contarnos porqué está de esa manera. Nuestro encargado de hoy ha sido José, y es quien os va a enseñar las cuatro caritas de los sentimientos...


 
Aprovechando estas paletas con caritas, hemos hecho el divertido juego de poner nosotros también la cara que nos enseña el profe. Si saca la cara enfadada, todos nos ponemos con cara de pocos amigos; si enseña la cara triste, todos a llorar con lágrimas de cocodrilo; si enseña la cara de dolor, todos ponemos cara de dolor de tripa; y si enseña la cara happy, todos a sonreir de oreja a oreja. ¿Viendo las fotos sois capaces de adivinar la cara que ha sacado José Enrique?
 



 
Está claro que como más guapos y guapas estamos es sonriendo.
 
¿Cuál creéis que ha elegido hoy José? ¿Cómo se sentiría hoy? Pues como debe ser, muy feliz y contento. Nos ha contado que ser el encargado del día le ha dado mucha alegría. Y nosotros nos alegramos también por él. ¡Bravo! Y si algún día uno de nosotros nos encontramos tristes, doloridos o enfadados, entre todos intentaremos cambiarle el estado de ánimo, y alegrarle por momentos el día. Nos debemos cuidar los unos de los otros.
 
Hablando de cuidarnos y mimarnos... Silvia de eso sabe mucho, y Mara también. Cada una han traído unos bonitos detalles al cole para repartir. Silvia, a primera hora, ha repartido un montón de dibujos que coloreó la otra tarde en su casita. Y Mara, a última hora, antes de salir en la fila, ha repartido una piruleta para cada uno. ¡Qué amables y generosas han sido!
 
 
El patio de hoy ha sido muy corto, porque la lluvia se ha plantado de repente en el tiempo de recreo. Mala suerte, corriendo todos a guardar los cubos y las palas, a ponernos las capuchas y a meternos debajo del dragón para hacer las filas. Todos para dentro, a lo calentito y a relajarnos. Y después de todo esto... ¡A la sala de Psicomotricidad!
 
Hoy ha sido la monda, porque como nos hemos pasado antes del patio, hemos tenido mucho más tiempo para disfrutar de todas las actividades y juegos que hacemos. Si por nosotros fuese, que todos los miércoles lloviese para pasarnos antes.
 
Pues hemos empezado muy animados y con mucha energía, jugando al juego del lobo; y esta semana el lobo ha sido nuestro maquinista del día: José. Cuando ha terminado de correr para pillarnos, el corazón le latía a cien por hora.
 

 
Siempre jugamos primero a este juego para entrar en acción y calentar motores. Después hemos hecho un juego con el que nos hemos reído un montón: El Pasimisí. Dice el profe que este juego es muy antiguo, y que seguro que todos los papás y mamás habéis jugado alguna vez. A nosotros nos ha encantado. Hugo y José se han puesto de capitanes, haciendo un túnel con sus brazos. Los demás pasábamos por debajo hasta que atrapaban a alguno, justo cuando terminaba la canción que cantaban: "Pasimisí, pasimisá, por la puerta de Alcalá, los de "alante" corren mucho, los de "atrás" se quedarán; ¡paaasen, ya!". El capturado tiene que elegir en secreto una familia: o tomates o limones. Después de elegir se ponen detrás de uno de los capitanes, y cuando han sido todos capturados, toca meter un estirón los dos equipos para ver quién gana. Hoy hemos acabado todos en el suelo, incluido el profe.
 

 
Todavía estábamos riendo del juego anterior cuando el profe se ha puesto a preparar un circuito doble. Había un camino de aros, para pasar saltando, que estaba colocado en el centro, y luego había otros dos caminos; uno salía a la derecha, que era el de pasar por debajo, y el otro carril salía a la izquierda, que era el de cruzar por encima, haciendo equilibrio. El profe nos daba la orden para tomar el camino de la derecha o el camino de la izquierda; y a veces nos daba la orden de ir por el que quisiéramos. Era muy guay, porque había compañeros por los dos caminos a la vez, y era muy gracioso. Primero derecha, luego el camino de la izquierda, otra vez derecha, ahora los dos, luego izquierda de nuevo... ¡Qué lío más divertido!
 




 
Con este juego hemos acabado un poco cansados, pero muy contentos. Nos ha dejado el profe descansar un poco y mientras preparaba el próximo juego. Era el juego de los Barcos Hundidos. Ha puesto por toda la sala un montón de aros de pie, encajados en los ladrillos de colores. Esos eran los "ojos de buey", que ya sabéis que son las ventanas de los barcos, en forma de círculo. Cuando el barco chocaba con un iceberg empezaba a hundirse,  y los marineros teníamos que escapar pasando a través de los ojos de buey, con mucho cuidadito de no tirarlos ni romperlos. Era un pelín complicado, porque ya vamos siendo grandullones, y no cabemos tan fácilmente a través de los ojos de buey.
 




 
¡Cuántas cosas hemos hecho hoy en la sala de Psicomotricidad! Pero todavía nos faltaba un juego más. Hemos aprovechado que teníamos colocados los aros de esa manera, para jugar a pasarnos por parejas las pelotas. Debíamos pasar la pelota al compi atravesando el aro, así que había que hacer puntería. Era como meter goles pero con la mano, como jugar al baloncesto pero con el aro hacia abajo. Un juego muy loco y divertido.
 

 
Y esto ha sido todo por hoy en la sala de psicomotricidad. Pero nosotros no queríamos irnos y le pedíamos más al profe, que el pobre ya tenía cara de cansado, más que nosotros; claro, como es más viejecito, se cansa antes. Lo único que ha hecho ha sido refrescarnos con el abanico del gigante, y después nos ha hecho la raya en el pelo con el peine del gigante. Sí, sí, gigantes, gigantes. Ya os contaremos algún día cómo lo hacemos.
 
Ahora nos despedimos de vosotros, y como hemos hablado de los gigantes, os mandamos un beso tan grande como un gigantón. ¡¡¡MUUUUUAAAAKKKKK!!!
 
 
 
 
 
 

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