martes, 8 de marzo de 2016

¿ESCULTURAS? ¡AH, ESTATUAS!

Cuando tenemos un fin de semana parece que pasa un tiempo enorme sin hablar con vosotros, y a nosotros nos encanta contaros todas nuestras cositas y peripecias en el cole. Llevamos ya dos días en esta semana, lunes y martes, y se nos han pasado rapidísimos. Ayer volvimos un poquito apagados, igualitos que el día que hacía. Nuestro encargado del día tuvo que poner el símbolo de la lluvia, porque hacía un montón de frio y llovía sin parar. ¡Qué mala pata que ese día no íbamos a tener patio! Nos empleamos a fondo, y con todas las ganas del mundo, y a pleno pulmón algunos, cantamos la canción al "Sol, Solecito". Pues, ¿sabéis qué? Que como por arte de magia, justo cuando estábamos desayunando, dejaron de caer gotitas de las nubes, y pudimos salir al patio; pero no al patio de todos los días, que estaba empapado como una sopa; nos fuimos al patio donde las mamás y los papás nos esperan todos los días. El profe antes de salir nos leyó bien la cartilla (nunca entenderemos qué significa eso de leer una cartilla) y nos advirtió que no pisáramos ni tocáramos ningún charco.
 
Ese día, Silvia y Mariola nos trajeron dibujitos para enseñar y regalar. Estas chicas son unas compañeras y amigas de primera.

 
Y nos plantamos de un salto enorme en el martes. Hoy el día ha estado más alegre en el cielo, pero claro, no podemos confiarnos porque todavía estamos en invierno, y hacía bastante frio. Con nuestros abrigos bien abrochados todo solucionado.
 
Tocaba hacer un trabajo de plástica. Y el de hoy iba a ser un trabajo de fijarse bien, pero que muy bien. El profe nos ha enseñado una lámina con una obra de arte algo extraña. No era un cuadro ni una pintura. Era una escultura. Es la primera vez que oíamos muchos de nosotros esa palabra. Escul...¿qué? Luego el profe nos ha aclarado que una escultura es una estatua, como la vendimiadora de Miguel Esteban. Entonces muchos ya hemos tenido claro cómo son las esculturas. Nos ha contado que pueden ser de muchos materiales: de hierro, de bronce, de oro, de barro, de plástico... De un montón de cosas.
 
La escultura que teníamos que trabajar se llamaba "El viajero", pero era extraño, porque aparecían un montón de objetos, pero el viajero no aparecía por ningún lado. Había maletas, cajas, un sombrero, un paraguas, una gabardina... Se ve que el viajero perdía el tren y tuvo que salir pitando, dejándose todas sus cosas en la estación. ¡Qué despistado! Mirad cómo es la escultura de la que os hablamos...
 
 
Es de bronce, que es un material que pesa mucho y es muy requeteduro. A nosotros nos parecía una escultura un poco aburrida, por los colores tan tristes que tiene. El profe ha hecho la suya propia, y a cada cosa de la obra de arte, le ha dado un color y unas formas distintas y más divertidas: a una maleta círculos morados, al sombrero estrellas verdes, al paraguas rayas amarillas, a otra maleta puntitos rojos, a una caja líneas con curvas de color azul... ¡Mucho mejor! ¿Verdad? Pues nuestra misión era hacer las nuestras igualitas, igualitas que la del profe. Teníamos que usar los mismos colores y las mismas formas para cada objeto. El profe dice que así trabajamos la memoria y la atención. Nos fijábamos en la suya, puesta en el caballete, y luego hacíamos lo mismo en las nuestras. Está chupado.
 







 
 
El truco está en fijarse bien, ponerle atención, acordarse del color y de las formas usadas, y luego sin prisas y con mucho gusto, dibujarlo con los rotuladores. Somos unos grandes artistas.
 
Y aprovechando que hoy ha sido el día Internacional de la Mujer, y que también hemos hablado de las esculturas y las estatuas... si juntamos esas dos cosas en nuestro pueblo, Miguel Esteban, tenemos la estatua que hay al lado del parque, "La Vendimiadora"; es una estatua muy importante, porque es un homenaje, un premio, para todas las mujeres luchadoras y trabajadoras de nuestro pueblo, y de todos los pueblos del mundo. Un aplauso enorme para todas ellas, las primeras nuestras mamás.
 
 
Bueno, pues ya sabemos lo que son las esculturas; ahora cuando juguemos en la sala de psicomotricidad a las estatuas, ya podremos decir que jugamos a las esculturas. ¡Es que somos muy redichos y finos! ¡Bye, bye!
 

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