jueves, 31 de marzo de 2016

EL LECHERO L

¡Jueves de visita sorpresa! ¿Verdad que llevaba mucho tiempo sin aparecer por el cole el Duende Pepillo? Pues hoy ha vuelto a deambular por nuestra clase, justo antes de que entrase el profe y encendiese las luces. Pero no sólo ha estado en nuestra clase este duende pillín; también ha hecho una visita nocturna a la casa de Hugo.
 
Justo en el momento que estábamos poniéndonos los babis, José ha ido corriendo a avisar al profe, para decirle que el saco de los ratones estaba colgado del techo. Esa es la señal del Duende Pepillo. No teníamos ninguna duda. Hemos esperado que David terminase la asamblea para bajar el saco y ver lo que había dentro. Muchos de nosotros ya nos lo imaginábamos. Era una notita del duende, y nos avisaba de que uno de nosotros traíamos en la mochila a un personaje de Letrilandia. El compañero era un niño con una letra H en su nombre. ¡Ya está! ¡Ese es Hugo! Entonces Hugo, como un rayo, ha ido a coger su mochila y sacar al personaje misterioso que el Duende Pepillo le había metido dentro. Era nada más y nada menos que el lechero L.
 
Hugo no se podía creer que lo llevase en la mochila y no se diese cuenta. Seguro que mientras dormía por la noche entró por la chimenea de su casa, y le colocó el personaje en la mochila. Son las pillerías típicas del Duende Pepillo.
 
Teníamos unas ganas locas de que por fin nos visitase el lechero L. Su cuerpo es una letra muy alta y delgada, que es más fácil de hacer que otras. Hemos visto su historia y escuchado su canción. Estas son:

 
 
 
Muchos de nuestros nombres tienen al lechero L. Por ejemplo, Mariola, Alonso, Miguel, Silvia, Dylan... y hay una compañera, que es la única que la lleva al principio, y claro, como ya sabemos, la primera letra de todos los nombres se escribe con el traje grande, en mayúscula, por lo que Lucía hace el traje grande de la L.
 

 
 
Ahora ya podemos empezar a pensar en palabras que empiecen por la letra L, acompañada siempre de algún personaje real: LA, LE, LI, LO y LU. Hoy nosotros hemos dicho unos cuantos: LÁPIZ, LEÓN, LIBRO, LOBO, LUCÍA... Pero seguro que hay muchas más palabras.
 
Este fin de semana nos llevaremos a casa una ficha para practicar el cuerpo del lechero L, que seguro que enseguida aprenderemos a hacerlo perfecto.
 
 

martes, 29 de marzo de 2016

LA FLOR ESTRELLA

¿Qué tal estáis todos después de estas vacaciones? ¡Qué rápido han pasado! ¿Verdad? Pero nos han venido de maravilla a todos para coger energía y meternos de lleno en el último arreón del curso: el tercer trimestre.
 
Por la mañana tempranito, todos en la fila, y con caras de sueño, de pereza, de ilusión, de enfado... Había un poco de todo debajo del tejado del dragón. Ha sido poco más de una semana la que hemos estado sin venir por el cole, y la mayoría veníamos con muchas ganas de contar a los demás nuestras anécdotas en las vacaciones de Semana Santa. Durante la hora de la asamblea hemos contado y oído de todo: que a algunos se les han caído algunos dientes y el Ratoncito Pérez les ha premiado, que la mamá de otro está enferma, que otros han estado de viaje y han ido a la playa, que otros han visto muchas procesiones y por la calle a sus amigos, otros han traído dibujos para enseñarnos... ¡De todo! Hoy hemos estado hablando más que ningún día. Como llevábamos tanto retraso de vernos y contarnos las cosas importantes...
 
Lo que hemos hecho, que no se nos ha olvidado, es quitar el cartel del invierno y colocar el de la primavera. Hoy ha sido un día primaveral. En el patio hacía calorcito, y en el árbol que asoma sus ramas hemos podido ver los primeros brotes de las nuevas hojas. Qué gusto que ya empieza el buen tiempo y hay más horas de luz para estar en los parques y en las calles. Qué alegría.
 
Para empezar con ganas el trimestre, el profe ha sacado nuestras carpetas nuevas de Patosa, y nos ha contado una nueva aventura de nuestra simpática mascota. En esta aventura se mezclaban dos cosas muy importantes: la primavera y el espacio exterior. La aventura se llamaba LA FLOR ESTRELLA, y contaba la historia de un pequeña flor, que era diferente porque tenía forma de estrella, y soñaba con poder volar y viajar por el universo. ¿Queréis saber lo que pasó? Pues mirad y leed...






 
La verdad es que es una historia superbonita, y con un final fantástico. Vamos a haceros unas cuantas preguntillas para ver si habéis estado atentos a la historia:
 
¿DE QUÉ TENÍA FORMA LA PRIMERA FLOR QUE BROTÓ EN EL JARDÍN DE POPETA?
 
¿DE QUÉ COLOR ERA LA FLOR BURLONA QUE SE REÍA DE LA FLOR AMARILLA?
 
¿DÓNDE PUSIERON A LA FLOR AMARILLA PARA PODER LLEVARLA AL COLE?
 
¿DÓNDE FUERON ESE DÍA EN EL COLE DE EXCURSIÓN?
 
¿QUIÉN APARECIÓ DETRÁS DE LA LUNA PARA HACER MAGIA Y AYUDAR A LA SIMPÁTICA FLOR?
 
¿CON QUIÉN SE FUE VOLANDO LA FLOR ESTRELLA?
 
Después de ver la historia de Patosa, nos han surgido muchas dudas y curiosidades; como la de cómo sería estar en un planetario de verdad. Nos hemos imaginado que estábamos en uno, y nos hemos tumbado mirando al techo; el profe nos ha hecho imaginarnos todo a oscuras, y que el techo se ilumina y empiezan a verse luces y formas, que son las estrellas, la Luna, el Sol, los planetas... Pero claro, las estrellas las vemos siempre que salimos por la noche, en el cielo, y la Luna igual. Y el Sol también se ve durante el día. Pero los planetas no los vemos nunca. Hemos hablado de eso, y ya sabemos que para poder ver los planetas habría que mirar pon un telescopio gigante y muy potente. Luego Miguel ha contado que una vez él y su hermano Lucas vieron una estrella fugaz. Algunos no sabíamos lo que era eso. Enseguida el profe nos ha puesto un video donde se veían estrella fugaces y nos hemos quedado maravillados. Resulta que las estrella fugaces son meteoritos que viajan por el universo a toda pastilla, y van dejando una cola de fuego y luz, que es lo que nosotros vemos desde el planeta Tierra. Ha habido veces, que alguno de estos meteoritos han caído a la Tierra, dejando un buen agujero y rompiendo todo lo que encuentran a su paso. Pero eso pasa muy pocas y raras veces, así que no os asustéis de que os vaya a caer un meteorito en el coco. 
 
 
 
Como este tema ha sido muy interesante y ha despertado nuestra curiosidad, seguiremos hablando e investigando sobre ello. Y también conoceremos los planetas de nuestra galaxia. Pero poco a poco, que acabamos de empezar de nuevo el cole, y es mucha información para un solo día.
 
Este trimestre tenemos que cambiar cosas en la clase, y los nombres de nuestras mesas son una de esas cosas. Hemos arrancado los viejos nombres de todo el año, que están escritos en letras mayúsculas, y pondremos enseguida unos nuevos, con las letras minúsculas; bueno, todas minúsculas menos la primera letra de cada nombre, que siempre se escribe en mayúscula. Que no se nos olvide. El profe nos ha dicho que ya tenemos que empezar a escribir nuestro nombre de esta manera, así que ya podemos ponernos a practicar.
 
 
 Casualmente Dylan había traído hoy unos dibujos muy chulos de dinosaurios. Y justo hemos hablado de los meteoritos, porque hay quien piensa que los dinosaurios desaparecieron de la Tierra por culpa de un gran meteorito que cayó en nuestro planeta. ¡Cuántos misterios y cosas interesantes hemos visto hoy!





 
Pues nada familias, nos despedimos hasta mañana. Ya sabéis, podéis empezar a investigar y traer cositas al cole sobre el universo y los planetas. Hay tantas cosas ahí fuera que desconocemos...
 

domingo, 20 de marzo de 2016

FELICIDADES SILVIA

¡Hola familias y amigos de nuestro blog! ¡No penséis que nos habíamos olvidado de contaros todo lo que hicimos el último día de cole antes de las vacaciones de Semana Santa! Es que hemos estado muy liadillos con nuestras cosas de niños. Pero bueno, más vale tarde que nunca. Aquí estamos para contar todo con detalle, que fueron muchas cosas.
 
El día del viernes prometía al máximo, por dos razones: porque celebraríamos el cumple de Silvia y porque nos visitaría el conejito de Pascua. Dos momentazos el mismo día.
 
El viernes andábamos todos algo nerviosillos e intrigados: ¿Cuándo aparecería el conejito de Pascua? ¿Se dejaría ver por nuestra clase? ¿Dejaría un montón de huevos de Pascua repartidos por todo el cole? ¿Habría suficientes para todos? Todas estas preguntas nos las hacíamos porque nos acordábamos del año pasado, en la clase de tres años, que el conejito se fue al patio, y lo llenó de piezas de construcciones, y de huevos de Pascua escondidos. Nosotros ya éramos expertos, sabíamos lo que podía pasar. Por eso mismo estuvimos toda las primeras horas de la mañana pendientes de las ventanas de la clase, para ver si veíamos en el patio a alguien con cuatro patas, largas orejas, y de piel blanquita... Pero el profe nos dijo que si mirábamos todo el rato por las ventanas, el conejito nunca aparecería y no dejaría ni un solo huevo. Así que bajamos las persianas al máximo y nos concentramos en la tarea que teníamos pendiente. La verdad es que tanto mirar por las ventanas ya parecíamos las viejas y viejos del visillo.
 
Al ratito entró la teacher Pilar a nuestra clase, para avisar que el conejito de Pascua ya había llegado y había repartido y escondido huevos de chocolate por todo el patio de infantil. También nos avisó de que en el arenero no había dejado ninguno, porque no quería mancharse sus blancas patitas. Repartimos las cestitas de Easter que habíamos hecho con la teacher, y nos preparamos para la recolección.


 
Antes de que se nos olvide, Ciprian, que siempre está en todo, nos enseñó a primera hora, en la asamblea, un dibujo que había hecho en su casa la tarde de antes. ¿Y a qué no adivináis de qué era el dibujo? Pues justamente de una cestita llena de huevos de Pascua. La hemos colocado justo en la puerta de la clase, nada más pasar, para que se vea bien. Gracias Cipri.
 
 


 
Ya nos había avisado el profe que mirásemos bien por todos los rincones, que fuésemos rápidos pero también habilidosos, porque sería una pena que encontrásemos huevos y por ir corriendo sin control, se nos fuesen cayendo de las cestitas, y otros niños los cogerían enseguida. ¡Pues preparados, listos, ya...! ¡empieza la búsqueda de huevos de Pascua!
 


 
Hay que mirar por todos sitios: en las esquinas, por el tobogán arriba y abajo, cerca de la portería de la pared, en los huecos de la acera, dentro de las ruedas, debajo de las construcciones tiradas en el suelo, en la parcilla blanca...
 









 
Parece una tontería, pero nos ponemos muy nerviosos y preocupados por encontrar huevos de Pascua. Aunque también hay que tener algo de suerte, debemos ser listos y rápidos, y no ir a mirar donde antes otros ya han mirado, porque seguro, seguro que ya no queda ningún huevo. Pues eso siempre pasa y pasará, que unos acaban con su cesta repleta de huevos, y otros no encontramos ninguno, o casi ninguno.
 


 
Ha terminado la búsqueda. Llevamos un rato todos mirando y nadie encuentra ningún huevo más. Todos los huevos que el conejito ha desparramado ya tienen dueños. ¿Qué pasa ahora con los que tenemos muchos y los que tenemos pocos? Pues para eso tenemos un solución muy fácil: repartirlos como buenos hermanos. Los que tienen muchos deben darles unos cuantos a los que tienen muy poquitos, y así todos nos igualamos. Eso se llama compartir y ser generosos. Y así todos acabamos contentos. Problema solucionado. En la alfombra hemos contado cada uno los que teníamos en nuestra cesta y luego hemos hecho el reparto como buenos compañeros.
 
Después de toda la adrenalina gastada en la búsqueda de huevitos de chocolate, tocaba otro gran momento del día: el cumple de Silvia. Y Silvia no hace uno, tampoco hace dos, ni cumple tres, ni cuatro... Silvia cumple cinco años. Aunque como ya os dijimos hace días, su cumple real es en Semana Santa, pero como no hay cole, lo ha querido celebrar hoy con todos los compis en nuestra clase. Y nosotros encantados. Silvia ha traído bizcocho, zumos, galletas de animales y chuches para todos. ¡Ah, y una vela del número 5 muy grandota y bonita!
 
Como ya sabemos todos lo que hay que hacer cuando el profe dice que toca celebrar el cumple de un compañero, nos hemos puesto manos a la obra para recoger la clase y colocar las mesas juntitas, como si hiciésemos una gran y larga mesa.
 




 
 
A Silvia no le ha faltado su corona. Este año el profe no se ha equivocado y le ha escrito su nombre bien en la corona. Os lo vamos a contar... sin que se entere él, pero el año pasado, en el cumple de Silvia, le escribió por despistado el nombre de Irene, la compañera que tuvimos y que se fue a otro cole. Fue la propia Silvia, que es más lista que los ratones coloraos, la que se dio cuenta de que le había escrito otro nombre que no era el suyo. Menos mal que enseguida el profe le hizo otra corona nueva con su nombre real. Este profe...
 



 
Aprovechando que Silvia se sentía como una reina en su cumpleaños le hemos puesto un trono real, y una larga capa de reina, como la de la reina A, y nos hemos hecho una foto con ella como si fuésemos sus soldados y consejeros reales.
 




 
 
Y ahora ya sí que sí. Hemos cantado cumpleaños feliz, hemos soplado la vela, nos hemos hecho fotos con Silvia... ahora toca mover el morrete y comer y beber. Y también bailar, saltar y reír, porque hemos puesto música de la que nos gusta, bien fuerte, y nuestra clase se ha convertido en una pista de baile y una superfiesta. Como teníamos las ventanas abiertas, los niños que ya estaban en el patio oían nuestra música y querían venirse a la fiesta de cumpleaños de Silvia. Pues les hemos invitado a pasar y bailar, y han venido niños de las clases de Begoña y Sandra. Nos lo hemos pasado todos en grande.
 





 
Pues ha sido un día estupendo. Qué mejor manera de despedir el segundo trimestre que esta. Ojalá todavía nos queden muchos días así en el cole del Dragón. El profe dice que por eso no nos preocupemos, que sí que quedan. Y aún mejores. Esta tarta va de regalo para nuestra amiga Silvia, por su quinto cumpleaños.  Y que cumpla muchos más. Nos estamos haciendo mayores a pasos agigantados, y ni nos damos cuenta...
 
 
¡Os deseamos unas felices vacaciones a todos! ¡Nos vemos pronto de nuevo debajo de nuestro amigo el Dragón!