HACEMOS LA ASAMBLEA

Os dijimos que pronto os contaríamos cómo hacemos el ratito de la asamblea en nuestra clase, y qué es la asamblea. Pues ese día ha llegado.

 

Nosotros le llamamos asamblea al momento en el que nos sentamos todos en la alfombra y hablamos de nuestras cosas. Es importante pedir el turno de palabra levantado la mano, y sobre todo escuchar atentamente lo que diga el profe y los compañeros. Hay veces que el profe se enfada con alguno porque no está atento o anda molestando a otro compañero. Eso está mal y ya lo sabemos. En la asamblea se puede contar lo que cada uno quiera: algo gracioso, algo curioso que nos ha pasado, hacer alguna pregunta, pedir algún deseo, contar algún sueño... Hay un sin fin de temas.

Nada más sentarnos nos damos los buenos días cantando: tenemos dos canciones para darnos los buenos días. Usamos la que nos apetece ese día. En una nos damos las manos y nos balanceamos como si fuésemos las olas del mar, cantando: "laaalaraaalalaaaa, buenos días, buenos días, laaaalaraaalalaaaa, buenos días tenga usted". Después repetimos la melodía con la boquita cerrada, que nos hace mucha gracias y cosquillas en los labios. La otra canción tiene más fuerza, dice así: "Buenos días amiguitos cómo estáis, ¡Muy bien!, y vuestras amistades cómo están...¡Superbién! Buenos días amiguitos, buenos días amiguitos, buenos días amiguitos cómo estáis... ¡Muy bien!".

 

Cada día el encargado de la asamblea es uno de nosotros; va por orden de lista. Hay una Patosa chiquitita que va de nombre en nombre marcando a quién le toca ese día. Hoy el maquinista ha sido José. Y es el maquinista porque le ponemos su foto en una locomotora. A José le ha tocado pasar lista, sacando los nombres del bote. Cada vez que saca un nombre pregunta si ha venido y dónde quiere que le coloque para jugar más tarde. Si no ha venido ese niño metemos su nombre al bote y ponemos su foto en la casita del gato Marramiau. Hoy Dylan no ha venido, así que su foto ha ido a la casa.

 

 

Hay varios rincones para apuntarse: el de las construcciones, coches y animales; el de la plastilina y el dibujo; el de la pizarra digital; el de la casita; y el de los puzles y pinchitos. Otro día os hablaremos de cada uno de estos rincones de juego, uno a uno.

Después José tiene que contar cuántos niños o niñas se han quedado en casa por estar pachuchos, como hoy Dylan. Si es uno, tiene que poner ese número en el tejado del gato Marramiau. Después cuenta uno a uno, los compañeros que hemos venido al cole. Hay que contar despacio y sin saltarse a ninguno, porque si no la cuenta sale mal. Hoy estábamos 14. Ese número también se coloca en el tejado del cole dónde están todas nuestras fotos.

 

 

 

 

Después cantamos la canción de la semana: "Doña semana tiene siete hijitos, cinco de colores, y otros dos blanquitos. Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo." Y hoy es... ¡Jueves! Para cada día tenemos un vagón distinto. Ese vagón, el del Jueves, lo tenemos que cargar con el símbolo del tiempo que hace hoy. Entonces cantamos: "Asómate a la ventana y dime si ha salido el sol, asómate a la ventana y dime si ha salido el sol, chim-pon, caracol." Y el maquinista se asoma a la ventana y nos dice cómo ve el panorama. Hoy el día estaba nublado y con niebla.

Todavía tiene que hacer más cosas el maquinista. No os penséis que su trabajo ha terminado. Ahora tachamos el día del calendario. Estamos en el mes de Enero, del año 2016, y se tacha el día 21. Siempre nos gusta que el profe nos diga qué santo es: hoy era Santa Inés. Hay días que salen nombres super raros, y nos partimos de la risa. Después de tachar el día contamos entre todos, los días que llevamos del mes; hoy hemos contado del 1 al 21. Todavía algunos de nosotros nos hacemos un lío con el mes y el año.

 

Ahora es cuando al maquinista le tocaba poner su nombre y dibujarse en la pizarra. Pero como ya sabemos poner nuestro nombre bastante bien, ahora escribimos la palabra que nos toque. Hoy José le ha pedido al profe una palabra más larga y difícil. Ha sido PALOMA. Y el solito ha dibujado una paloma. Entre todos ayudamos a escribir la palabra al maquinista.

 

 

 

Cuando vuelve a la alfombra, el maquinista se tapa los ojos y uno de nosotros tiene que robar un número del 1 al 9, de los que tenemos puestos en la asamblea. El maquinista tiene que adivinar qué número le han quitado. Es fácil, no hay más que empezar a contar y al final se descubre el pastel.

 

Toca aplauso de todos cuándo el encargado ha hecho todo esto. Después recitamos entre todos las poesías que estemos aprendiendo. Ahora estamos recitando dos nuevas, que otro día os enseñaremos.

 

Y el profe nos enseña sus cartulinas con las sílabas, para empezar a leer, poco a poco. PA, LE, SU... hay muchas. Dice el profe que es superimportante que atendamos en todo momento para aprender un montón. Cuando no atendemos se enfada un montón y con razón.

 

Después de todo esto o hacemos algún juego o nos explica las fichas que tenemos que hacer ese día. Son tantas cosas que solo de contarlo nos hemos quedado agotados. Este año tenemos que hacer más cosas que hacíamos el año pasado; claro, es que se tiene que notar que somos mayores.

 

Nos despedimos ya, pero antes os tenemos que enseñar lo que ha traído Miguel al cole. Como el pasado fin de semana se llevó a Patosa a casa, ahora nos tenía que traer el libro dónde nos cuenta y enseña lo que hizo con ella esos días. Resulta que salen en la foto Miguel, Patosa, y otro Miguel. ¡Nooooo! Jejeje. Parece Miguel, pero es su hermano Lucas, es que se parecen tanto que parecen hermanos gemelos, y encima salen con el mismo chándal... Miguel es el que tiene la sonrisa más picarona, y Lucas el que tiene el pelo más largo. Para que os aclaréis. Y Patosa es la más pálida de los tres, que lleva un gorro amarillo, por si también os confundís. Le estuvieron enseñando todos los juguetes que les trajeron los Reyes Magos, así que jugaron un montón. Ha venido Patosa un pelín más rellenita, porque se fue de merendola con el par de dos, y encima se comió un polvorón. Qué golosona.