AMBULANCIAS Y SIRENAS

¡NIIIINOOONIIIINOOOO! ¡NIIIIIINOOOONIIIINOOOOO! ¿Y ese ruido de sirenas? ¡Son las ambulancias! Acaban de pasar cerca, a toda pastilla, porque tienen una urgencia. A Pelitos y a Patosa en el último cuento que vimos, casi les pilla una ambulancia, por cruzar la calle sin mirar. Y es que hoy hemos pasado casi todo el día de ambulancia en ambulancia. Pero no os asustéis, que no nos ha pasado nada grave. Es que hemos trabajado y jugado con ellas. Ahora lo entenderéis todo...

 

Después de ver ayer un montón de señales de tráfico, hoy hemos seguido hablando de cómo hay que circular cuando somos peatones. Debemos caminar por la calle por las aceras, y si queremos cruzar enfrente lo debemos hacer por el paso de peatones, o paso de cebra; claro, como tiene tantas rayas como las cebras... También hemos descubierto que hay pueblos y ciudades que tienen para las bicicletas una carretera especial: el carril bici. En una ficha de Patosa hemos visto a una moto por el carril bici y le hemos puesto una multa, ¡ala!

 

Las carreteras y calles no son un circuito de velocidad, hay que ir con precaución y respetando las señales. Pero hay unos vehículos especiales que pueden ir más deprisa que los demás en caso de emergencia. Como los camiones de bomberos, que tiene que ir rápido a apagar un incendio, y las ambulancias, que llevan a alguien muy enfermo al hospital. Los dos vehículos ponen sus luces y sirenas para que los demás coches los vean y les dejen pasar. Tienen que llegar pronto a su destino. Hemos hecho una ficha de estos vehículos, y había que recortarlos y pegarlos en el sitio correcto...

 

La encargada del día ha sido Mariola. Como a primera hora nos ha tocado clase con la "teacher" Pilar, cuando ha vuelto José Enrique ya había hecho Mariola casi toda la asamblea. Sólo le faltaba escribir una palabra, y ha sido la palabra MAMÁ. Es fácil porque empieza como su nombre, por la sílaba MA.

 

 

Antes de irnos a la sala de psicomotricidad, teníamos un rato en el que el profe nos ha explicado cómo se juega al dominó. Así ya tenemos entretenimiento para cuando nos jubilemos. Aunque nos parece que para eso todavía nos queda mucho. Era un dominó de madera, muy chulo, y gana el que se queda sin fichas. Era bastante fácil ganar porque apenas teníamos dos fichas cada uno; claro, es que somos muchos. Nos han salido unas serpientes de fichas muy elegantes y largas. Hemos jugado dos partidas antes de irnos a la sala. En la segunda partida el profe ya no podía poner su ficha; ha perdido.

 

 

 

Y enseguida hemos recogido el dominó y nos hemos ido a la sala de al lado. Hoy teníamos una promesa hecha con José Enrique; nos prometió que jugaríamos a las ambulancias. Y lo prometido es deuda. Uno de los juegos de hoy ha sido ese, el de las ambulancias. Tenemos cuatro enfermos graves en las camillas, que están en la ambulancia. Creemos que tienen una enfermedad muy rara que se llama "Mamitis Trompetera".

 

 

Los demás somos los conductores de ambulancia, enfermeros y médicos, que los tenemos que curar y cambiar de hospital. El cambio de hospital se hace cuando suena la alarma (el pandero) y arrancan las sirenas. En ese momento tenemos que arrastrarlos por la sala sin que se nos caigan de la camilla. Una risa continua. Cuando la sirena para, nosotros paramos y nos ponemos a operar y curar a los enfermos. Somos el equipo de Urgencias del Hospital del Buen Dragón. Estamos preparados y con nuestros instrumentos de operación.

 

 

 

Después hemos jugado a los paseos piratas. Como bien sabéis, los piratas tienen una pata de palo, y caminan cojeando; pues eso hemos hecho nosotros con los botes amarillos y las cuerdas. Primero caminamos con una pierna, luego nos cambiamos a la otra, y cuando suena el pandero nos subimos con las dos y mantenemos como podemos el equilibrio. Parece algo muy fácil, pero es un pelín complicado, aunque también divertido.

 

 Luego hemos seguido el rato que nos quedaba jugando a los vaqueros y a los indios. Teníamos nuestros propios caballos y todo. Y para terminar, un juego que nos encanta: el de las bolitas misteriosas. Siempre que jugamos a este juego es al final. Nosotros paseamos por la sala, hasta que el profe dice: "bolitas a dormir". Nos hacemos una bolita en el suelo y cerramos los ojos, porque si los abrimos es trampa. Entonces el profe tapa con su enorme bata a uno de nosotros, y los demás despertamos y tenemos que adivinar quién se esconde bajo la bata del profe. El truco está en mirar bien a todos los compañeros y descubrir quién falta. Hay que poner atención y ser observador. Cuando lo descubrimos, el profe siempre le hace cosquillas a la bolita tapada: si se ríe es un compañero, pero si se aguanta la risa es que es un fantasmón y salimos pitando de ahí. ¡Qué risa!

¿Quién sería esta bolita misteriosa? A ver quién se acuerda. Si no, podéis fijaros en la foto, y descubrir quién falta... Una pista, el niño que está de pie y no se le ve la cara es Sergio. Así que ya tenéis uno que no es.

 

Hemos acabado agotados con tanto juego. La semana que viene haremos más y por supuesto que os lo contaremos. Eso no lo dudéis. Los niños de la clase de 4 años B del cole del Dragón se despiden...hasta mañana. ¿Dónde está el profe en la foto? Veo, veo...