miércoles, 27 de enero de 2016

¡FELICIDADES SERGIO!

Cuando repasamos entre todos los meses del año, en el primer mes, que es Enero, el más friolero, cumple años nuestro amigo Sergio. Hoy hemos celebrado su cumpleaños en el cole. ¡Qué no hace 1! ¡Qué tampoco hace 2! ¡Qué no hace 3! ¡Qué ya hizo 4! ¡Hoy ha hecho 5 años! Es el mayor de nuestra clase, será por eso que es de los más altos. Ahora cuando le pregunten cuántos años tiene, debe enseñar la palma de su mano bien abierta, con sus cinco deditos estirados. ¡Qué guay! Ahora todos los demás, que vamos detrás cumpliendo años, haremos cinco también, como Sergio. Bueno, todos menos el profe, que ya necesita muchas más manos y dedos que nosotros para decir los años que tiene.



Hoy Sergio venía algo nerviosillo, pero contento y con ganas. Su abuela traía las bolsas con un bizcocho rico, rico; con las bolsas de chuches, con bebida y con invitaciones para la fiesta en la sala de las bolas. Su fiesta será el sábado, y nos lo pensamos pasar muy requetebién. Como siempre, hemos juntado varias mesas, para hacer una supermesa de cumpleaños. Es el momento de encender las velas y cantar el cumpleaños feliz, tócate la nariz. Sergio ha pedido un deseo y ha soplado su vela, y por si acaso se cumple, algunos que estábamos cerquita del bizcocho, también hemos soplado y hemos pedido nuestro particular deseo. Nunca se sabe.
 



 
Es genial hacer piña. Hacer piña es estar todos juntitos y unidos en algo. Hoy hemos hecho piña para felicitar a Sergio en su quinto cumple. Hemos hecho piña para darle calor, cariño y amistad a la hora de soplar su vela del número cinco. Hemos hecho piña todos juntos alrededor de una mesa de cumpleaños, celebrando un día especial para uno de nuestros amigos. Vivan las piñas. Qué listo es Bob Esponja por vivir dentro de una piña.






Luego hemos empezado a mover nuestros bigotes y carrillos; unos hemos comido bizcocho, otros nuestro propio desayuno y todos chuches. Es en lo único que todos nos ponemos de acuerdo, en que queremos gusanitos. Qué morro tenemos.


 
¡¡¡¡¡¡SAAAAALUUUUUUD!!!!!
 
Y como siempre, después de comer y beber, los más animados nos hemos puesto a mover el esqueleto al ritmo del electrolatino. A nosotros nos encanta, pero no sabemos si al profe le gusta tanto como a nosotros...¿vosotros qué creéis?
 
 
 
 
Pero el día ha dado para muchas más cosas que sólo el cumple de Sergio. Ha sido un día muy bien aprovechado. La encargada hoy ha sido Mara, que estaba emocionada porque sabía que luego le tocaría ser la loba en un juego que hacemos en la sala de psicomotricidad al principio. Ella ha escrito la palabra PIPO. Hemos pensado que PIPO puede ser un buen nombre para un perrito, y por eso ha dibujado un perro.
 
 
 
Jaime y Dylan hoy traían algunas sorpresas en sus mochilas. Jaime se ha presentado con un divertido dibujo de un Minion muy gracioso. Él ha querido que el profe lo pegara en la pared de los dibujos. Dicho y hecho. Y Dylan venía con un libro muy interesante y chuli. Era el libro del Pequeño Peatón, y sirve para ver qué cosas hay que hacer para circular por la calle correctamente. Lo hemos estado viendo entre todos en mitad de la asamblea. Hemos aprendido mucho con el libro. Gracias a los dos.
 
 
 
Termina el patio. Bebemos agua. Nos relajamos. Nos damos unos a otros un masaje. Y después...¡a la sala de psicomotricidad! Hoy, como siempre, hemos empezado con el juego del lobo; aunque hoy hemos tenido a una loba hambrienta que nos ha perseguido sin descanso. Era Mara.
 
El profe hoy nos tenía preparado un juego al que nunca habíamos jugado. Era un juego de trabajo en equipo, de tener mucho equilibrio, y de estar atentos y no distraerse con una mosca. Es el juego del puente movidito. Hemos hecho tres equipos, y cada uno de nosotros estábamos subidos en un ladrillo, formando un puente, con los ladrillos bien juntitos y en fila. Para poder movernos no podíamos pisar el suelo, pero sí que podíamos colocar el ladrillo que nos sobraba siempre detrás, poniéndolo delante. Había que pasarlo de compañero en compañero, y luego avanzar cada uno un ladrillo en nuestro puente. Ha estado genial el juego. Mirad un video para que entendáis mejor este juego tan emocionante.
 
 
 


 
Luego hemos hecho un juego que nos encantó el primer día que lo hicimos. El de los indios y los vaqueros. Queríamos repetir porque es muy divertido. Los que somos vaqueros cabalgamos en nuestros caballos, que son los cojines en forma de cubo. Nos meamos de la risa botando sobre ellos, porque estos caballos son muy rebeldes y a veces nos tiran al suelo. Qué risa. Los indios se ocultan en sus cuevas, que son los túneles de la sala. Cuando suena el pandero los indios salen con sus arcos y flechas a por los vaqueros, que tenemos que cabalgar mucho más rápido. Y cuando se hace de noche, que el profe apaga la luz, todos nos volvemos rápido a nuestros sitios a dormir. Normal que con tanto trajín acabemos cansados.
 
 
Los indios están escondidos al fondo, en los dos túneles secretos.

 
Y después hemos hecho más juegos. Nos ha dado tiempo a jugar a otras tres cosas más. Al cojín volador, a caminar como diga el pandero, y ya más relajaditos, a imitar el espejo. Otro día os contaremos algo más de estos juegos.
 
Se nos había echado el tiempo encima, y era de hora de irse a casa. Pero no sin que antes Sergio nos diera a cada uno la invitación a su fiesta de cumpleaños. Este ha sido el primer cumpleaños del año 2016, pero todavía nos quedan muchos más. Y por supuesto que os los contaremos y enseñaremos por nuestro querido blog. Un abrazo a todos. Vamos a ayudar de nuevo a soplar las cinco velas, y pidamos un deseo.
 
 
 
 

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