viernes, 29 de enero de 2016

CARRERA POR LA PAZ

¡Llegó por fin el esperado día! ¡El día de la gran carrera por la paz! ¡La carrera por la gente que necesita la ayuda de todos para poder ser un poquito más felices! ¡Qué ganas teníamos todos de participar en esta carrera! Hoy en la fila todos vestíamos ropa de deporte, para estar más cómodos a la hora de correr.
 
Pero lo que no esperábamos era la sorpresa nada más entrar en la clase. El profe no se había dado cuenta, porque estaba ayudándonos, como todas las mañanas, a quitarnos los abrigos y ponernos los babis. Estaba colgado el saco de los ratoncitos en el proyector de la pizarra digital; cada vez que el duende Pepillo nos quiere dar una sorpresa cuelga el saco ahí. Todos ya celebrábamos que el príncipe E nos había visitado. Pero no. Error. Dentro del saco había una notita, pero no era de nuestro travieso duendecillo. Era de un señor misterioso que se hace llamar Don Carnavalón.


 
 
 
Don Carnavalón tiene cuerpo de gato, de color blanco, y le encanta taparse la cara y disfrazarse. Es muy gracioso, pero también muy mandón. Le encanta dar órdenes y decirle a la gente cómo tiene que vestirse y qué tiene que hacer. Nos estaba esperando escondido en la sala de profesores y enseguida se ha venido a nuestra clase. Ya lo hemos conocido todos, y le hemos dado la mano y un beso. ¡Qué misterioso es este Don Carnavalón! Como los carnavales empiezan la semana que viene en nuestro cole, nos ha mandado que el lunes, tenemos que venir todos los niños y todos los maestros con una zapatilla de cada color, o un zapato en un pie y una zapatilla en el otro; como si nos hubiésemos levantado medio dormidos y despistados, y al vestirnos nos equivocamos con el calzado. Qué graciosillo es este señor. Bueno, habrá que hacerle caso. Pero nos ha dicho que el lunes nos vuelve a hacer otra visita, y nos volverá a dar otra nueva orden. Ay, ay, ayyyyy. Qué peligro tiene Don Carnavalón.








 
Cuando se fue Don Carnavalón a otras clases nos pusimos a trabajar un poquito. Y después del patio, ya estábamos listos para convertirnos en grandes corredores, como la liebre y la tortuga del cuento. El profe nos puso uno a uno nuestros dorsales, que los hicimos ayer, y nos quedaron geniales. Cada uno elegimos nuestro número favorito, o el mismo que nuestros amigos. Lo malo que los llevábamos con los abrigos. Ya sabemos que los corredores de verdad no llevan abrigos, pero nosotros somos todavía algo pequeñajos, y necesitamos estar abrigaditos, porque hoy hacía un pelín de aire y frío.
 
Antes de ir al patio de Primaria, hemos hecho un pequeño ensayo de la salida, debajo de nuestro amigo el Dragón. Hemos hecho un "preparados, listos, ya"; y hemos corrido de la pared a la valla. Eso no es nada, no hemos arrancado ni a sudar.




Hemos llegado los primeros al patio de los mayores. Es que nuestro profe es muy prisillas. Pero enseguida han llegado los demás. Como hoy celebrábamos el día de la Paz, antes de la carrera, hemos estado esperando un montón de tiempo. Los mayores y sus profesores, han estado leyendo un montón de rato, cosas del día de la Paz, pero no se oía ni se veía nada, así que nos hemos aburrido como ostras. Pero ahí estábamos, haciendo bien nuestra fila, y aguantando de pie como campeones.
 



 
 Después se ha animado un poco más la cosa. Han salido unas chicas de primaria a hacer un baile. Sonaba una canción muy marchosa que nos ha despertado de nuestro aburrimiento. Pero como no veíamos nos hemos salido de nuestra fila y nos hemos sentado en lo alto del porche de Primaria, en primera fila, para verlo estupendamente.



 
Y ahora sí que sí. Era la hora de mover las canillas, de agitar los brazos como mochuelos, de girar la cabeza para espabilarse bien. Teníamos que correr y dar una vuelta enorme, lo más rápido que pudiésemos, al patio de primaria. El patio estaba lleno de conos, sillas y cinta, para marcarnos el caminito. Podían haber tirado miguitas de pan, como Hansel y Gretel, y sólo las habríamos tenido que seguir.
 
Todos puestos en la salida, que casi no cabíamos, porque todos queríamos salir los primeros. Pero nos tenemos que acordar que lo importante es participar, y ganan los que terminan el circuito, así que da lo mismo salir antes o después.
 

 
¡PREPARADOS, LISTOS, YA!
 






 
Y hemos salido más veloces que el rayo. Teníamos que tener cuidado de no tropezarnos con nada ni con nadie. Los mayores nos animaban un montón, y eso nos daba más fuerzas para seguir corriendo. Ha sido genial. Pero también muy cansado, porque nunca habíamos corrido tanto, tan seguido y tan rápido; sólo el año pasado, pero lo hicimos más despacito. Cuando hemos ido llegando todos a la meta, hemos parado y el último ha llegado el profe. ¿Pero cómo puede ser eso? Si tiene las piernas más largas que ninguno. Seguro que se ha entretenido por el camino, como la liebre del cuento, y le hemos ganado las tortuguitas.
 
Como estábamos muy cansados nos hemos sentado todos en corro, para coger aire y fuerzas. Nos hemos puesto la mano en el pecho, y el corazón nos latía como si estuviese bailando samba. Nuestra respiración iba a cien por hora. Pero somos muy fuertes y enseguida nos hemos recuperado.



 
Ahora teníamos ganas de animar nosotros también y ver las carreras de los demás. Casi todos tenemos primos, hermanos o amiguitos mayores en el cole de Primaria, y les podíamos animar con nuestras palmas. ¡Guauuu, los mayores sí que corren que se las pelan!





 
Ha sido un gran día, como la carrera, que ha sido muy grande, porque ha servido para que disfrutemos, para que hagamos deporte que siempre viene bien, y para una buena causa. Tres por uno.
 
No os hemos contado que hoy ha sido Alonsete nuestro gran maquinista, y ha escrito la palabra POLO. No apetece todavía comer polos con el frío que hace. Ha dibujado un rico polo de limón.
 
 
Después tocaba despedida de Patosa, que se ha ido con Yeray. Se ha puesto supercontento cuando se iba con Patosa, pero llevaba tantas cosas en las manos que casi no podía con ella. Hoy la funda de la tarea iba muy cargada, con las fichas de todos los findes, las notas del profe y las invitaciones del cumple de Ciprian. Ya le queda poquito para celebrar los años, como Sergio hizo el miércoles. Nos despedimos hasta el lunes, que llegaremos todos vestidos con zapatillas diferentes en honor al liante de Don Carnavalón. Vaya lío. Besitos.

 
 

jueves, 28 de enero de 2016

TODOS JUNTOS FORMAMOS LA PAZ

¿Sabéis esos días en que no da tiempo ni a rascarte la nariz cuándo te pica? Pues hoy hemos tenido un día de esos. No hemos parado de trabajar en toda la mañana. Menos mal que mañana nos espera un día mucho más divertido y distinto.
 
Hoy hemos comenzado el jueves como todos los días; hemos hecho la asamblea y el maquinista ha sido Yeray. Yeray siempre se sienta cerquita del profe en la alfombra, y presta mucha atención, por eso sabe muchas cosas. Ha escrito la palabra PEPE, que es el nombre de una persona; por eso ha dibujado un señor muy gracioso.

 
Después nos hemos puesto todos a trabajar, pero cuando nos hemos dado cuenta ya estaba en la clase la profe Sole, así que a muchos de nosotros no nos ha dado tiempo a jugar un ratín en nuestro rincón. En cuanto Sole se ha ido hemos tenido que terminar el trabajo del profe, y otros mientras a desayunar. Qué estrés, por dios.
 
Al regresar del patio hemos hecho dos cosas diferentes a lo de los demás días. Resulta que mañana se celebran en el cole dos cosas: por un lado el día de la Paz, y por otro la gran carrera para ayudar a las personas y familias pobres. Si juntamos estas dos cosas tenemos un día muy importante en nuestro cole.
 
Antes de hacer nada hemos estado hablando un poco de lo que significa la palabra PAZ. Ya sabemos que paz no es guerra, que paz no son enfados ni malas caras, que paz no es burla ni rechazo, que paz no es reñir ni pegarse. Ya sabemos que paz es amor y cariño, que paz es ser buenos compañeros y buenos amigos, que paz es ayudarse y acompañar al otro. Nosotros somos todavía pequeños, pero sabemos de sobra lo que está bien y lo que está mal. Hay veces que hacemos cosas malas, y sabemos que no está nada bien hacer esas cosas. Tenemos que aprender a comportarnos bien con los demás, porque es algo importantísimo. Si damos cariño recibiremos cariño, si repartimos odio y malas caras no recibiremos nada bueno, seguro.
 
El símbolo más importante de la Paz, es la PALOMA, la paloma de la Paz; que es blanca y muy bonita. Todos los niños del cole del Dragón hemos decorado una gran paloma, que va a decorar nuestro pasillo estos días. Hemos pegado nuestras caras en unos envoltorios de hacer magdalenas, de color blanco, y después, por clases, los hemos ido pegando en esa gran paloma. Ha quedado bastante bien, porque los envoltorios de magdalena parecen las plumas de la paloma. Mirad, mirad...
 

 
La paloma de la Paz estaba en la sala de profesores, porque así podríamos pasar todas las clases sin molestar a nadie.
 


 
Había escrita una frase en el mural de la paz, que decía: "Todos juntos formamos la Paz". Y qué razón tiene la frase, porque es importante que entre todos construyamos un pueblo, una ciudad, un mundo en el que sepamos convivir en paz y armonía. En cuanto no somos todos, y sólo algunos, ya es más difícil conseguir que la Paz impregne nuestras vidas.
 
 
Ya teníamos hecha una cosa. Ahora teníamos que preparar la otra. Ya sabéis todas las familias que mañana hacemos una gran carrera en el patio de los mayores. Tenemos que dar una vuelta entera al patio. Este año somos más veloces que el año pasado. Mohammed, un viejo compañero que se marchó a otro cole, fue el primero que llegó. Este año no sabemos quién ganará. Aunque los que de verdad ganan son las familias pobres, a las que queremos ayudar con esta carrera y con el dinero que han puesto todas las familias. Y también ganamos todos, porque lo importante es participar, y acabar la carrera y llegar a la meta. Dice el profe que si llegamos a la meta no importa la posición, ser primero o último, lo que importa es acabar. Seguro que sí lo conseguimos. Así que mañana necesitamos ir al cole otra vez con ropa de deporte: chándal y zapatillas de deporte, para más que correr, volar. El profe también va a correr con todos nosotros, y dice que seguro que se va a quedar el último.
 
Nosotros ya hemos preparado los dorsales para la carrera de mañana. Un dorsal es un cartel con el número del corredor. Cada uno hemos elegido el número que hemos querido. Algunos hemos repetido número. No importa, porque los números son de todos. Hoy hemos decorado y coloreado los dorsales, para que luzcan bien chulos.
 







 
Pues esto es todo por hoy. Mañana tendremos un día emocionante y entretenido, lleno de sorpresas y cosas divertidas. Esperemos que no se nos olvide a ninguno ir vestidos con ropa de deporte. ¡Qué viva la PAZ!