lunes, 15 de febrero de 2016

VIAJE AL PAÍS DE LOS HIELOS

Hola amiguitos, amiguitas y familias. Bienvenidos una semana más a nuestra casa, que ya sabéis que es también la vuestra. Nuestro simpático blog. Esta semana sí que hemos empezado en lunes, no como la semana pasada, que fue más corta que uno de los pies de Garbancito. Arrancamos con ganas la nueva semana; con ganas y titiritando con el frío que ha llegado a Miguel Esteban. Ahora sí que sí ha llegado el frío invierno a nuestras calles y parques. Es como si el sol estuviese bajo de fuerzas y no pudiese calentar lo suficiente a todos con sus rayos. ¡Qué frío! Lo mejor para combatirlo es ir bien abrigaditos, con un abrigo gordito, con bufandas de las que dan cientos y cientos de vueltas al cuello, con unas botas rellenitas de lana de ovejita y con un gorro que no deje que se nos escapen los ideas por el cogote. Todo esto, y un buen desayuno que nos dé energía y mantenga nuestros cuerpecillos calentitos.
 
No se nos puede olvidar una promesa que os hicimos la semana pasada. ¿Os acordáis que os enseñamos unos dibujos de nuestros gondoleros particulares? Pero sólo os mostramos la mitad de los trabajos; faltaban la otra mitad. Así manteníamos la emoción y el suspense. Nosotros hacemos las promesas en la clase entrelazando los dedos meñiques de cada uno, y diciendo la promesa. Pues lo prometido es deuda, ahí van el resto de dibujos venecianos. Seguro que os encantan...
 






 
¡Qué bien habríamos estado una mañana soleada en Venecia, por uno de sus canales, paseando en una elegante góndola, oyendo con los ojos cerrados una suave canción italiana, mientras que degustamos a dos carrillos un churro de chocolate de la churrería del Miguelete. Ñam, ñam. A veces la vida puede ser maravillosa.
 
Aunque si no tenemos ese plan, podemos inventarnos otros que también nos molen. Hoy, sin ir más lejos, hemos visto una nueva aventura de la foca más famosa a este lado de la Mancha: Patosa. Hoy ha regresado cogida de la manita de Lucía, que la acompañó para todo el fin de semana a su casa. La nueva aventura es una historia que te deja congelado, porque viajan a un sitio donde los mocos se quedan como espadas de hielo: durísimos. Es el Polo Norte, y allí hace un frío que deja todo helado. Parece de chiste, que justo uno de los días que más frío hace en nuestro pueblo, coge el profe y nos cuenta una historia que nos deja más congelados todavía. Aunque eso es un decir, porque sentados al lado de los radiadores se está muy requetecalentitos. Mirad el cuento de Patosa y estad atentos a todo lo que les pasó.
 
 





 
Esta semana nos llevaremos este cuento a casa, para dejarlo con todos los demás de nuestra colección. Es importante cuidar los libros cuando se ven, porque si los tratamos sin mucho cuidado se les pueden romper sus hojas. Debemos ser cuidadosos al coger los libros.
 
Ahora vamos a ver si habéis prestado atención a la historia de Patosa. Os vamos a hacer unas cuantas preguntas, a ver si sabéis todas y habéis estado atentos a esta aventura.
 
¿Qué dibujo Patosa en el cole en una hoja?
 
¿Quién apareció como por arte de magia dentro de la clase?
 
¿Qué problema había en el Polo Norte? ¿Qué pasaba allí?
 
¿En qué viajaron para llegar nuestros amigos al Polo Norte?
 
Cuando llegaron nuestros amigos al Polo Norte, vieron que había encendidas un montón de...
 
¿Qué animal había escondido en una cueva?
 
 
Seguro que entre toda la familia y amigos resolvéis todas la preguntas, que están chupadas. Gracias a esta historia hemos visto que en el Polo Norte hay un montón de nieve y hielo, y existen pedazos de hielo enormes, que flotan en el mar, y que se llaman icebergs. También hemos aprendido que la gente que vive en este sitio tan frío son los esquimales. Ellos tienen que ir casi todo el año muy abrigados, y viven en unas casas muy especiales, hechas de bloques de hielo, que se llaman iglús. Uno de los animales más bonitos que existe en el Polo Norte es el oso polar, que es de color blanco, y se alimenta de peces y focas que consigue cazar. ¿Focas? Pues entonces que se ande con cuidado Patosa, que es una foca, y allí puede convertirse en la merienda de algún que otro oso polar con hambre.
 
Pues después de tanta nieve y tanto hielo nos toca despedirnos, pero os mandamos un saludo y un abrazo muy calentitos, para combatir tanta historia bajo cero. Hoy estaremos vigilantes, en las ventanas de nuestras casas, por si empiezan a caer copitos de nieve. Porque con tanto frío, puede nevar en cualquier momento. Hasta mañana amigos.
 
 
 
 
 

2 comentarios:

  1. Pero que bien dibujan! Ojiplática me he quedado.
    Y lo del dedo meñique?! todo el día me tiene haciendo promesas jeje

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  2. Lo que están aprendiendo y que bonita Venecia.

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