martes, 2 de febrero de 2016

FIESTA DE PIJAMAS EN EL COLE DEL DRAGÓN

¡Qué sueñoooooo! Parece que esta mañana se nos han pegado las sábanas a todos los niños del cole. Estábamos todos en pijama en la fila del Dragón. No se podrá quejar Doña Carnavalona, le hemos hecho todos caso, hasta las maestras y nuestro profe. Todos llevábamos pijamas muy monetes y calentitos, para no pasar frío.
 
El profe nos tenía preparada una asamblea especial. Estaba la alfombra llena de colchonetas de la sala de psicomotricidad, como si fuesen nuestras camitas. Sería por que llevábamos puesto el pijama, pero teníamos un montón de sueño, y a casi todos se nos cerraban los ojitos, y nos estábamos quedando fritos. Hemos tenido que echar una cabezadita, todos juntitos, como si fuésemos hermanos de una familia muy numerosa. Esta ha sido nuestra particular fiesta de pijamas en la clase...






 
En cuanto nos hemos despertado de una mini siesta, hemos cogido el saco de las sorpresas, que estaba colgado en lo alto de la clase. ¿Quién sería esta vez quién nos sorprendiera? Pues nuestro viejo y travieso amigo, el Duende Pepillo. Como siempre, había dejado un mensaje, nos saludaba a todos y se reía al habernos visto llegar en pijama. También le pedía a Yeray que mirase en su mochila, porque anoche se metió en su casa y guardó sin que le vieran a un personaje al que esperábamos: EL PRÍNCIPE E. Qué cara de sorpresa tenía Yeray. No se lo podía creer, en su mochila estaba escondido el príncipe E.
 
Entonces el profe nos ha enseñado cómo hacer su traje pequeño, que es bastante más fácil que el de su hermana la O. El príncipe E es mucho más rebelde que sus hermanas, y es el que siempre vuelve locos a los reyes. Su gran compañero es un elefante que se llama Timbo y también un pequeño erizo. Uno a uno, hemos salido al caballete a hacer el bonito traje del príncipe.
 
 
Y como seguimos en la semana del carnaval hemos decorado unos graciosos antifaces. Los hemos decorado con rotuladores, haciendo círculos y rayas de colores; después el profe les ha echado un montón de purpurina, para que queden fantásticos. Haciendo las fichas y los trabajos de plástica en pijama, parecía que estábamos en nuestras casitas, cada uno cómodamente, haciendo el trabajo del fin de semana. Nos iba a poner José Enrique unos palitos de madera de colores para los antifaces, pero nos hemos puesto cabezotas y le hemos pedido que les pusiera goma. Nos hemos salido con la nuestra.





 
 
Después del patio, al pasar a beber agua y darnos un masaje relajante, nos hemos vuelto a encontrar el saco de las sorpresas, de nuevo subido encima del proyector. Dos veces en el mismo día nunca había aparecido. Pero esta vez era un mensaje de Don Carnavalón. Ya nos parecía raro no haber tenido noticias suyas antes. Al final apareció, pero en su mensaje nos pedía que lo buscásemos por toda la clase, porque se había escondido. Miramos debajo de las mesas, en el rincón de la casita, en las bandejas de las fichas, en los cajones... hasta que José abrió uno de los armarios y ahí estaba el bribón. ¿Sabéis que orden nos ha dado para mañana? Tenemos que venir todos al cole con una peluca. Puede ser rubia, morena, castaña, verde, azul..., muy larga, muy corta, de rizos, de pelo liso. con el pelo-pincho... ¡Anda que no hay pelucas! Nos la pondremos un ratito para que no se enfade Don Carnavalón, pero si nos pica mucho la cabeza las tendremos que guardar.
 
Ha sido un día lleno de sorpresas, una detrás de otra. Nos daba pena que terminase este día del pijama, y nos hemos salido a última hora al patio para hacernos unas bonitas fotos de grupo. Como hacía un día tan bueno, y hacía un solecito tan rico... Nos hemos estirado bien para espabilarnos un poco.



 
El día ha acabado como ha empezado: un día distinto total. En vez de vestirnos para ir al cole, nos hemos puesto al pijama como si fuésemos a la cama; y en vez de hacer la fila para irnos a casa, han entrado las mamás a la clase, y allí las estábamos esperando, de incógnito; cada uno con su antifaz puesto, para intentar despistarlas. Cuando han pasado se han quedado paralizadas, y no sabían qué hacer. Nos hemos llevado a casa el disfraz de la Patrulla Canina, que vinieron el lunes algunas mamás a hacerlos. Con ese disfraz tan chulo saldremos en el desfile de carnaval del AMPA, que es el viernes. Algunas mamás también se van a vestir, y algún papá también. Va a molar mogollón. ¿Se nos reconoce?
 







 
Mañana a ver qué pintas llevamos algunos con las pelucas. Madre mía que morro tiene este Don Carnavalón. Seguro que él se parte de risa cuando nos vea. Hasta mañana familias.

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