miércoles, 3 de febrero de 2016

PELUCAS, PELUQUITAS Y PELUCONES

¡Pelucas, peluquitas y pelucones! Ha habido de los tres tipos esta mañana en el cole del Dragón. La semana del Carnaval y de Don Carnavalón sigue adelante, y para hoy tocaba ir al cole con una divertida peluca. La peluca es una de las cosas más carnavalescas que existen. Pero tiene un pero, que pica un montón en la cabeza y cuando la llevas un rato te cansas de ella. Eso nos pasaba a nosotros. Algunos aguantábamos bien con ella, pero otros estábamos deseando quitárnosla. A otros poquitos nos daba vergüenza llevarla puesta, pero en cuanto hemos visto en la clase que todos la llevaban, nos hemos animado también. Hasta el profe llevaba una peluca rubia y de colores, que en vez de José Enrique, parecía Josefa Enriqueta; era como una chica, pero eso sí, una chica muy, muy fea.
 
Nada más pasar a la clase, como nos tocaba con la teacher Pilar, hemos aprovechado para hacernos todos una foto de grupo en honor a las pelucas que llevábamos. Justo cuando estábamos con la foto ha entrado Jaime, que llegaba tarde, y algo asustado por tanto pelo por todos lados. Al principio no quería ver las  pelucas ni en pintura, pero más tarde ya veréis lo que pasó.




 
Menudo festival de pelucas. Como podéis ver las hay de todos los tamaños y colores; unas largas como espaguetis, otras rizadas como caracolillos, otras de punta como si hubiésemos metido los dedos en un enchufe; y de todo tipo de colores: moradas, rosas, naranjas, rojas, marrones, negras, azules, verdes, amarillas, brillantes, con lazos... Si viene Sebas el peluquero a nuestra clase se habría vuelto loco con tanto cabello distinto.
 
Más tarde ha llegado nuestro amigo Miguel, cuando estábamos trabajando, y venía del médico, con su peluca guardada, porque le daba vergüenza. Luego ha estado probándose unas cuantas de la mesa del profe. Ya no le daba tanta vergüenza.
 
Antes de que nos fuésemos todos a la sala de psicomotricidad, hemos terminado una cosita que hicimos ayer, pero que no os contamos. Ayer en plástica pintamos unas máscaras de una forma especial, que nunca habíamos hecho. Ni con los dedos, ni con ceras, ni con rotuladores, ni con pinceles, ni siquiera con bastoncillos coloreamos nuestras máscaras; lo hicimos con un trozo de algodón. Cada uno elegimos el color que queríamos y mojamos el algodón en pintura húmeda. Luego lo restregamos muy fuerte, como si estuviésemos limpiando algo que hemos manchado, y se quedaba todo el color difuminado. Hoy, como ya estaban secas de sobra, las hemos terminado de decorar con estrellas doradas y rotuladores. Listas para ponérnoslas. El profe les colocó papel de seda, como si fuesen los pelos morados de las máscaras. Nos las habíamos probado y dábamos miedo. Parecíamos máscaras venecianas.
 
Y mientras decorábamos nuestras máscaras han llamado al profe al teléfono. ¿Sabéis quién? Era Don Carnavalón. Se le ha quedado al profe cara de sorprendido, preguntando cómo sabía Don Carnavalón su número de teléfono. Le ha llamado para darle una nueva y última orden. La última, qué pena, ahora que nos lo estábamos pasando tan bien. Mañana tenemos que venir disfrazados al cole de arriba a abajo, de lo que queramos: policías, caperucitas, lobos, soldados, piratas, ositos, princesas, reyes, churreros... Casi todos ya tenemos preparado nuestro disfraz para mañana. Qué ganas de vernos todos de nuevo en la fila disfrazados.
 
Luego nos hemos ido todos a la sala de Psicomotricidad. Porque hoy es miércoles. La encargada, que ha sido Silvia, ha sido la loba del primer juego que hacemos todos los días, para entrar en calor. Y luego hemos aprovechado que teníamos un montón de pelucas, y hemos jugado a la peluquería loca. Encima de una colchoneta estaban todas mezcladas, y nos tocaba coger una y colocárnosla. Pero el profe nos tapaba los ojos y no veíamos un pimiento. La que nos tocaba era la que nos teníamos que poner, aunque tuviésemos pintas de locuelos. Ha sido supergracioso vernos con esas pintas. ¿Y sabéis qué? Que Jaime, que al principio le daba cosilla ponerse una peluca, ha participado y se lo ha pasado bomba. Se partía de risa viendo las caras de todos y la suya con las pelucas.
 
El profe dice que parecemos recién salidos de la Movida Madrileña, de los años 80, que es cuando el nació. Nosotros no lo entendemos, pero vaya pintas que llevarían si iban como nosotros salimos en las fotos.
 






 
Luego hemos seguido jugando, y hemos bailado un montón, porque los juegos eran con música. El de los cojines y el de las estatuas. No nos ha dado tiempo a mucho más en la sala. Pero hemos sudado mogollón con tanto baile. Es que nos pone el profe una canción que nos encanta a todos, y sin querer nuestros pies comienzan a bailar al ritmo de la música. Es cosa de magia.
 
Para salir con las mamás teníamos preparadas las máscaras de antes, ya acabadas. Dice el profe que dábamos un pelín de miedo. Lo hemos querido comprobar, y cuando salíamos en la fila, hemos parado al lado de la clase de los mayores, los de cinco años, y nos hemos asomado. En cuanto nos han visto, como no nos conocían, han pegado unos cuantos niños un buen chillido. Es cierto, dábamos miedo, y por eso salíamos en la fila gritando: ¡UHHHHHHHHHHH! como si fuésemos fantasmitas en carnaval.
 




 
En estas fotos no podéis decir las familias que somos guapísimos, porque no se nos ve la cara nada. Ni se nos reconoce, sólo por el abrigo y los pantalones.
 
Se nos olvidaba deciros que antes del desayuno hemos visto el libro de Patosa que ha traído Yeray. Como se fue el fin de semana a su casa... Pues hicieron un montón de cosas juntos. Qué envidia. Dentro de poco os enseñaremos todo lo que hicieron Mara, Yeray y los demás compañeros que no se han llevado todavía a Patosa. Pero ya queda poco, tened paciencia. Mañana más carnaval, más disfraces, más caretas y antifaces, y alguna que otra peluca y bigote postizo.

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