martes, 23 de febrero de 2016

EL PANADERO P

¡Cuánto estábamos echando de menos al Duende Pepillo y a sus travesuras! Hoy, después de muchos días sin dar señales de vida, ha hecho otra de las suyas. Como todos los días, estábamos reunidos en asamblea, todos alrededor del profe. Estábamos hablando de los sueños y de las pesadillas; cada uno, quien quisiera, podía contar algún sueño del que se acordase. Justo en ese momento nos hemos dado cuenta de una cosita. Una mosca molestosa, ha aparecido revoloteando entre nuestras cabezas. Algunos la hemos seguido con la mirada, y al mirar hacia arriba lo hemos visto. El saco naranja de las sorpresas estaba colgado del proyector de la pizarra digital. No podía ser otro que el Duende Pepillo quien lo había colgado ahí. Hemos bajado el saco y dentro había un mensaje escrito. El mesnaje nos decía que Varvara debía mirar en el sitio donde almacenamos nuestras fichas: las bandejas. Con una sonrisilla en la cara, Varvara ha ido directa a su bandeja, y ahí se encontraba: EL PANADERO P.
 
Este es un personaje nuevo del país de las letras. Tiene una historia muy graciosa. Resulta que en el reino de Letrilandia no había nadie que cortase el pelo a la gente. Se lo propusieron al señor P. Pero este señor se despistaba bastante, y a una señora la dejó un día calva, y a un señor le rizó el pelo como si fuese una señora; vamos, que era un desastre como peluquero. Entonces le ofrecieron encargarse de hacer el pan y los pasteles para todo el reino. Y eso sí que le gustaba y se le daba fenomenal. Los cinco miembros de la familia real estaban encantados con todos los dulces que les llevaba el Panadero P. Su forma de hablar ya os imagináis cómo es: "ppppppppp". Y si habla con alguien, como los reyes o los príncipes, primero habla uno, y luego el otro. Así de fácil.

 
Su traje grande, en letra mayúscula, ya lo conocíamos todos y lo sabíamos escribir. Nuestras amigas Pelitos, Popeta y Patosa tienen esa letra en sus nombres. Además, todos los nombres de las personas, la primera letra, siempre se escriben en mayúscula. El traje pequeño, en minúscula, estamos aprendiendo a hacerlo. No es difícil si le ponemos interés: primero subimos un poquito y bajamos algo más, como si hiciésemos el número 1; después le hacemos un pequeño tobogán y ya está. Tenemos que ser mañosos cuando queramos hacer a dos personajes del país de las letras juntos, porque siempre deben ir bien cogiditos de sus manos. Entonces, si el panadero P, se junta con el rey, sonará: pu; si es con la reina: pa; si es con las princesas: po, pi; y si es con el príncipe e: pe.
 
 
 
Hemos oído por primera vez su canción. Es muy dulce y bonita la melodía. La letra es fácil de aprender y divertida. Leed y escuchad, para después poder cantar.
 
 
 
 
A parte de la visita del panadero P a nuestra clase, hoy han pasado muchas cosas curiosas en el cole; Mariola, que casi todos los días trae algo que ha hecho en casa, nos ha enseñado una hojita en la que había dibujado a un rey; como ayer vimos el cuento del Rey del Frío y el Rey del Calor, y os pedimos por el blog que dibujaseis uno... pues Mariola se ha inventado un rey nuevo: el Rey Lumbreras. Se parece en los colores al Rey del Calor, pero el suyo es único e inigualable.
 
 
 
 
 
 Después de trabajar, Sergio y Miguel se han ido juntos a jugar al rincón de la plastilina. ¡Qué chulada lo que han inventado y creado! Nada más y nada menos que un robot gigante, con ojos verdes encendidos en señal de alerta. Están hechos unos artistas.
 
 
Y durante el patio hemos formado un escuadrón de limpieza y reciclaje. Nuestros minicontenedores de reciclar plástico y envases (amarillo), y papel y cartón (azul), estaban a rebosar de residuos. Tocaba llevarlos a vaciar a los contenedores de verdad. Nos hemos ido con el profe unos poquitos para ayudarle a reciclar. Hemos atravesado todo el patio de Primaria, cuando estaban los niños mayores en él, y no paraban de preguntarnos dónde íbamos con esas cajas y todos se querían venir con nosotros. Nos hemos sentido superimportantes por momentos. Hugo, Ciprian, José y Sergio hemos sido el escuadrón de reciclaje.
 

 
Toca recoger e irnos a casa a mover el bigote; eso significa que hay que comer. Que las tripillas empiezan a sonarnos y eso significa que llega la hora. Hoy hemos salido en la fila marcados en la frente con el señor P, el panadero P. Así sabíais las familias que hoy nos ha visitado; pero por si hay algunos despistados, por aquí os lo volvemos a contar.
 






 
 
Os dejamos con una adivinanza o acertijo: ¿Quién es el único niño o niña de la clase que tiene en su nombre la P? Mañana veremos cuántos lo habéis adivinado.
 
 
 

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