miércoles, 13 de abril de 2016

VERDURAS Y HORTALIZAS

¿Qué tal todos desde ayer? Ha pasado poquito tiempo, ¿verdad? Hoy ha sido día de chándal y zapatillas de deporte, hoy ha sido miércoles, hoy ha sido día de sudar más de la cuenta dentro de la sala de psicomotricidad... Y todo esto nos encanta, porque nos lo pasamos bomba jugando en grupo. Pero antes de toda la acción y el movimiento, hemos tenido tiempo para el trabajo, y tiempo para la investigación y la curiosidad.
 
Ya sabéis que ahora somos todos medio jardineros, porque hemos plantado unas judías que esperamos que crezcan. Pero no sólo hay judías para poder plantar. Hay un montón de plantas y semillas que dan como resultado alimentos que comemos todos los días. Aunque algunos de esos alimentos no nos los comemos porque no nos gustan mucho.
 
Hemos visto un montón de alimentos: vegetales, hortalizas, frutas y frutos secos. Todos crecen en plantas o árboles, y necesitan para hacerse grandes el agua y el calor del sol. Primero hemos visto un montón de vegetales y hortalizas, que son los que plantan los agricultores y hortelanos en los huertos. Normalmente nacen en matas, a ras de suelo, o incluso enterraditos en la tierra. Todos estos son los que hemos visto...
 
 
 
Los ajos: son muy buenos para las personas, aunque no tanto para los vampiros.

 
Las berenjenas: parecen un par de maracas, pero en la feria a la que vayamos siempre hay un puesto que las vende.

 
El calabacín: todos creíamos que era un pepino, pero este es su hermano mayor, mucho más largo y suave en la piel.
 

 
Las cebollas: dice el profe que el día que partamos una cebolla nos preparemos para llorar, y no precisamente de tristeza.
 

 
La lechuga: tan verde es que llama la atención de caracoles y demás bichitos que la eligen como merienda.

 
La lombarda: es como una lechuga pero con el traje morado de los domingos.

 
Las patatas: asadas, fritas, con kétchup, en un guiso, en una bolsa de aperitivos... nos gustan de mil maneras. ¡Menudo descubrimiento la patata!

 
Los pepinos: estos sí que son los pepinos, más cortos y arrugaditos que los calabacines.

El pimiento: de varios colores los hay, y un pimiento te dicen cuando no aceptan lo que quieres.

 
Los tomates: al principio verdes, pero rojos nos gustan mucho más, como la nariz de un payaso.

 
Las zanahorias: las liebres y los conejos se vuelven locos con esta hortaliza que crece enterrada en la tierra.
 
Y hasta aquí algunas de las hortalizas y vegetales que podemos encontrarnos plantados en un huerto. Pero pasa una cosita... hoy hemos visto también un montón de frutas y frutos secos que no se cultivan en los huertos, sino que crecen en árboles. Pero hemos visto tres frutas que no crecen en los árboles frutales; se cultivan también en los huertos, pegaditos a la tierra, bien abajo... ¿Cuáles son? Hagamos memoria y escribámoslo en el blog... que mañana daremos la solución.
 
Mañana os enseñaremos los demás alimentos que hemos visto y de los que hemos hablado un poco, porque como sigamos enseñando tanta comida nos van a empezar a rugir las tripas del hambre. Y hablando de rugir... eso es lo que hacemos todos, rugir como leones, cuando el profe nos dice que hagamos la fila para irnos a la sala de psicomotricidad. Hoy hemos hecho un montón de juegos divertidos; unos ya repetidos y otros nuevos. Os vamos a contar algunos a los que hemos jugado hoy...
 
Como todos los días, para empezar a mover el esqueleto, hemos hecho el juego del lobo, que es un pilla-pilla muy entretenido y que siempre empieza con una canción y un corro. Luego sale el lobo, que hoy ha sido Yeray, a pillar a todos los que pueda. Si te pilla agachadito te libras, pero si te pilla o toca de pie... has caído en sus garras.
 

 
Luego hemos hecho un juego nuevo, que se llama el juego de Las Hormigas. Nosotros éramos las hormigas, que salen de sus hormigueros en cuanto empieza el buen tiempo en la primavera. ¿Y qué hacen las hormigas sin parar un momento? Pues recoger comida y más comida para almacenar en sus hormigueros. Así, cuando llegue de nuevo el invierno, tienen un montón de comida para sobrevivir. Nosotros teníamos que cargar los cojines, que eran la comida, de muchas maneras. Cada dos minutos íbamos cambiando. Primero encima de la cabeza...
 

 
... arrastrándola y empujándola por el suelo...
 
 
... bien agarradita con los brazos y apoyada en la tripa...

 
... cargada a las espaldas...
 


 
... soltándola hacia arriba y cogiéndola al caer en el aire...
 

 
... sobre un hombro, como si llevásemos un paso de Semana Santa...
 
 
 
... o entre las piernas, con cuidado de no tropezarnos.
 
 
Otro juego que hemos hecho por primera vez es jugar un poquito al baloncesto. Nos hemos puesto por parejas, y uno sujetaba un aro para hacer la canasta, y el otro tenía la pelota, que tenía que botarla y encestar. Hemos metido un montón de canastas. Lo más complicado era controlar la pelota al botarla, porque se nos iba para todos lados; pero hasta eso era divertido.
 
 
 
Y no penséis que hemos hecho sólo esto y ya. Nos ha dado tiempo a mucho más. A trabajar unas cuantas fichas y a hacer algunos juegos más en la sala. Las mañanas, si se aprovechan bien, dan para hacer de todo. Y las tardes también, así que ahora, después de leer nuestro blog, ya podéis iros al parque a pasear, o a comprar a alguna tienda, o a ver vuestro programa de televisión favorito... que nosotros haremos lo mismo. Hasta mañana.
 

 
 
 
 
 
 
 

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