jueves, 28 de abril de 2016

DE FLOR EN FLOR

¿Oléis ese aroma? ¿No lo oléis? Es el olor típico de la primavera, el olor que desprende el campo después de recibir la lluvia de una nube caprichosa, el aroma de las mil y una flores que brotan durante estos días... Eso es, flores, muchas flores. Hoy el día en el cole ha estado rodeado de flores. Bueno, muchas flores, y algunos que otros piratas que no desprenden buen olor precisamente.
 
Hace unos días, el profe nos contó una bonita historia sobre un jardín lleno de flores. Ese día no estuvieron con nosotros ni Silvia, ni Varvara, ni Mariola y ni Yeray. No conocían la historia, y entre todos decidimos que cuando volviésemos a estar todos juntos de nuevo, contaríamos de nuevo esa historia. Pues ese día ha sido hoy. Y la historia es la siguiente...
 
Se titula: LA FLOR ARCO IRIS

"Érase una vez un jardín que cuidaba un viejo jardinero. Ya estaba llegando la primavera y por eso mismo el jardinero empezó a sembrar semillitas para que su jardín fuese el más bonito y lleno de color de la zona. Sembró una, dos, tres, cuatro..., hasta catorce semillitas; y justo cuando terminó se dio cuenta que le quedaba en el bolsillo una última semillita, algo distinta  a las demás. Esa también la sembró, pero justo en medio del jardín.
 
Pasaron los días, y de esas semillitas empezaron a brotar un montón de tallos que se fueron convirtiendo en bonitas flores de muchos colores: rojas, amarillas, moradas, azules, verdes, naranjas... Y justo en el centro del jardín brotó una flor muy particular: no tenía color. Todas las demás flores la miraban desconfiadas y algo burlonas por ser distinta a todas ellas.






 
 Al día siguiente, el viejo jardinero enamorado de los colores, fue regando una a una todas las flores de su jardín. Pero cuando iba a regar a la flor sin color, su regadera se quedó sin agua y después se le olvidó. Todas las flores se reían de la pobre flor sin color, que estaba seca y pachucha.
 
A la semana siguiente, el viejo jardinero apareció en su jardín con un saco con abono, para que las flores crecieran con más fuerza y estuvieran más hermosas. Fue repartiendo el abono flor por flor, hasta que justo al llegar a la pequeña flor sin color, el saco del abono se acabó. Más tarde ya no se acordó de echarle abono a la pobre flor, de la que se reía todo el jardín de flores, por ser más pequeña y no crecer ni un ápice.
 
Pasaron los días, y el viejo jardinero decidió quitar con sus tijeras las malas hierbas que tenían las flores alrededor del tallo. Una por una, fue corta que te corta, y acabó tan cansado que cuando le tocaba su turno a la flor sin color, decidió irse a su casa a descansar; ya luego ni se acordó de quitar las malas hierbas a la pobre flor. Todas las demás flores se burlaban de las malas hierbas que rodeaban a nuestra protagonista.
 
 
Pero ocurrió que un día apareció por el jardín una nube despistada, que se quedó maravillada con aquel jardín tan bonito; pero cuando la nube vio a la flor sin color, tan seca y pachucha, sintió tanta compasión por ella que descargó toda su lluvia sobre su cabeza. Nuestra pequeña flor ya no estaba seca y pachucha gracias a la buena obra de la nube.
 
 
 
Más tarde apareció revoloteando un pequeño pájarito que observaba todas las flores del jardín. Pero se dio cuenta que la flor sin color era mucho más pequeña que las demás. Quiso solucionar ese problema, y voló hasta un viejo saco de abono abandonado, y con su pico recogió todo el abono que pudo y lo esparció sobre la pequeña flor. Al cabo de unos días, la flor empezó a crecer y crecer haciéndose más grande que el resto de flores del jardín.
 
 
 
Y por último apareció en aquel jardín un conejo con dientes de serrucho, que olfateaba en los tallos de las flores. Cuando olfateó a la flor sin color, se dio cuenta que estaba rodeada de malas hierbas que pinchaban un montón. Con sus dientes quiso ayudar y cortó y arrancó todas esas malas hierbas, dejando limpia la tierra y el tallo de la flor sin color. 
 
 
 
¿Pues sabéis qué? Que a la flor sin color, después de ser regada por la nube, de recibir el abono con el pico del pájaro, y de que el conejito le quitara todas las malas hierbas, le empezaron a brotar un montón de nuevos pétalos; pétalos de muchos colores, de todos los colores que existían en ese bonito jardín. Ahora ya ninguna flor se atrevía a reírse de nuestra amiga, la flor sin color, que a partir de aquel día pasó a llamarse la flor Arco Iris. Y todas las demás flores danzaban y cantaban a su alrededor. Y colorín colorado, esta historia ha terminado."
 
 
Esta es la historia de la flor Arco Iris, que como José hoy era el encargado, ha sido el protagonista del cuento, y los demás hemos sido las flores burlonas que aprendieron la lección: que no hay que reírse de los que son inferiores o distintos a los demás.
 
Ya os hemos avisado que el día de hoy ha sido un día lleno de flores y pétalos. Os habréis dado cuenta que hoy hemos salido del cole todos con "algo" en las manos. Ese algo es un bonito regalo que teníamos preparado en el cole para unas personas muy especiales que tenemos todos. Es que no podemos decir mucho más hasta que llegue el domingo. Porque el domingo es el día que celebraremos y felicitaremos a esas personas tan especiales que nos acompañan siempre. Como sabemos que sois muy listos seguro que sabéis de quienes hablamos. ¡Jejeje!
 
Nosotros tenemos la misión de echar una "mentirijilla" si nos preguntan para quien es ese regalo. Como era imposible esconderlos en las mochilas, no nos ha quedado más remedio que sacarlo a la vista de todo el mundo.
 


 





 
¡Cuántas flores que hay hoy por el cole del dragón! Esperemos que aguanten hasta el domingo, que es el día importante.
 
Y ya os hemos dicho que hoy no han sido todo buenos olores por nuestro cole. De repente ha empezado a oler a pescado podrido, a madera vieja y mojada, a tentáculo de pulpo a la marinera... Han llegado a la clase los piratas. Esta semana hemos empezado el libro nuevo de Patosa, y en él vienen un montón de cosas sobre los piratas. Nosotros estamos muy emocionados con este tema, y hemos dedicado un ratito de la mañana para dibujar nuestros propios piratas.
 
La misión era fácil, porque si el dibujo nos salía feo, mejor que mejor, porque los piratas suelen ser feotes. Le hemos puesto un parche en un ojo y la barba cada uno del color que más le gustaba. Una narizota en el centro de la cara, gorda como un boniato. El sombrero pirata de capitán, con la calavera, era imprescindible. Le hemos hecho un buen barrigón, porque nuestro pirata está inflado de tanto comer y beber. Una mano agarrada a su vieja y afilada espada, y la otra mano de paseo; en vez de una mano, un garfio. Luego dos piernas, pero una de ellas con una pata de palo. Nuestro viejo capitán es cojo, manco y tuerto. Vamos, que no es precisamente "Mister Miguel Esteban".
 







 

Pues después de esta mezcla tan rara de cosas que os hemos enseñado hoy, flores y piratas, nos despedimos hasta la próxima. Esperemos que nuestros regalos aguanten hasta el domingo en perfecto estado y no les pase como a la flor sin color, al principio de la historia. Un abrazo a todos, familias, y en especial a las mamás.
 
 

martes, 26 de abril de 2016

UNA MANCHA EN EL MAR

¡Una semana más que nos vemos por el cole del Dragón! Y ya van unas cuantas; hemos perdido la cuenta de tantas y tantas semanas... Lo que sí sabemos es que esta es la última semana del mes de Abril, el mes en el que Miguel y Mara han cumplido 5 años cada uno. Pronto estaremos en el mes de Mayo, que es el mes de las flores por encima de todos los demás meses. Esta semana comenzamos algo nuevo en nuestra clase. Hemos conocido la última aventura de nuestra mascota Patosa. Sí, ya la última aventura de este curso. ¡Oh, oh, esto se va acabando! A nosotros nos da un poquito de pena por Patosa; aunque creemos que el curso que viene también la seguiremos viendo y teniendo en el aula.
 
Como ya hemos dicho, hoy tocaba cuento, el último de toda la colección. Este cuento es distinto a los demás, porque todo ocurre dentro del fondo del mar. Es una historia marina, y como ya os imagináis, aparecen un montón de animales y personajes que viven en el fondo del mar: tortugas marinas, delfines, cangrejos, mejillones, pulpos, estrellas de mar...

La historia se titula: UNA MANCHA EN EL MAR.






 
Menos mal que ha tenido un final feliz para todos, porque con esa horrible mancha flotando por el mar, la vida de todos los animales marinos peligraba. ¿Habéis prestado atención a la historia? ¿Seguro, seguro? Pues si es así, no os costará nada de nada resolver todas estas preguntas que os lanzamos a continuación:
 
¿Con quién se estaba dando un baño en la bañera de casa nuestra amiga Patosa?
 
¿Con qué animal se encontraron nada más salir de la tubería?
 
¿Por qué había una mancha tan negra flotando en el mar?
 
¿Dónde estaba el hada Popeta?
 
¿Qué trajo Popeta para eliminar la gran mancha negra?
 
¿Qué trajo la vieja tortuga para la fiesta?
 
Seis preguntas que resolveréis fácilmente si habéis estado atentos a la historia contada. Hoy la hemos visto dos veces en el cole: nos la ha contado el profe y la hemos visto después en la pizarra digital; además, hoy nos hemos llevado cada uno nuestro cuentecito a casa, y ahora os la ponemos en el blog. Más veces es imposible ver la historia.
 
Pues viendo de lo que va la historia de Patosa, ya os podéis imaginar lo que vamos a investigar y trabajar durante todo el mes de Mayo: todo tipo de animales, pero sobre todo los que viven en el mar; el respeto a la naturaleza, y más en concreto a los ríos y mares; y la forma de vida de los piratas. Eso último es lo que más nos gusta y estamos deseando que llegue.
 
Nosotros nos despedimos hasta la próxima. Esta semana estamos muy atareados con un montón de cosas que tenemos que dejar preparadas para el viernes. Ya sabréis el qué... ¡Hasta mañana!

sábado, 23 de abril de 2016

¡FELICIDADES MARA!

¡Qué no hace 1! ¡Qué no hace tampoco 2! ¡Qué ya hizo 3! ¡Qué 4 también los hizo! ¡Qué hoy hace 5! Así le gritamos todos juntos a Mara por el día de su quinto cumpleaños. Una bolsa repleta de chuches, batidos y un rico bizcocho casero es lo que traían Mara y su mamá por la mañana temprano, para celebrar como se merece el día de su cumpleaños.
 
El viernes hicimos un montón de cosas. Cinco son los añitos que ha hecho Mara, como cinco son las horas que pasamos cada mañana en el cole del Dragón. Y las cinco horas del viernes las aprovechamos un montón: hicimos nuestra asamblea, trabajamos fichas de la señora M, jugamos en nuestros rincones, celebramos el cumple de Mara, salimos a jugar al patio, y al final... hicimos algo fuera de lo normal. ¡Cuántas cosas!
 
Mara con su corona parecía una reina o una princesa, y nosotros colocados en las fotos a su lado parecíamos sus guardianes y damas de compañía. Los deseos deberían cumplirse siempre, y los que pedimos al soplar las velas de la tarta de cumpleaños, aún más.






 
Entre todos hacemos piña, y mucha más fuerza con nuestro corazón, para que el deseo que haya pedido Mara, al soplar las velas, se haga realidad. Después de eso fuimos pasando en grupitos para hacernos la foto con la protagonista del día: Mara. Hasta Patosa ha posado para las fotos de recuerdo del cumpleaños.





 
Después de hacerle los honores a Mara, toca repartir los zumos, partir el bizcocho, colocar chuches y patatas en los platos y poner música bien alta para animar la celebración. Nos hemos puesto morados con tantas cosas, y qué mejor que bailar un poquito para bajar tanta patata y tanto bizcocho.
 


 
Dejando a un lado el cumple de Mara, esta semana ha sido muy especial para uno de nuestros amiguitos. Dylan ya puede decir que es un hermano mayor. Por fin ha nacido su hermanito Romeo, que por lo que parece se había hecho el remolón y no quería salir de la tripita de su mamá. Eso es que dentro estaba muy a gustito. ¡Enhorabuena para Dylan y su familia!
 
Como es lógico, esta ha sido una semana en la que hemos hablado de las mamás y de los embarazos. Y eso ha dejado huella en algunos de nosotros. Ya sabemos seguro que aunque los chicos nos pongamos muy cabezones, nunca podremos quedarnos embarazados; pero las chicas sí que podrán. Pues Silvia y Lucía, ni cortas ni perezosas, han querido ir ensayando eso de estar embarazadas y tener un hijo, y se han presentado mientras jugaban en el rincón de la casita con sus tripitas y con sus bebés dentro.
 
 
Si los embarazos de las mamás suelen durar nueve meses, los de Lucía y Silvia han durado nueve segundos. Al instante han aparecido con sus bebés recién nacidos, sanos y salvos, bien lavaditos y cuidados. Hasta les acompañaban dos compañeros de la clase... A lo mejor son los afortunados papás.
 

 
¡Ah! Se nos olvidaba deciros cómo se llaman los hijitos de nuestra compañeras: Adrián y Gonzalo. ¿Os suenan esos nombres? ¡Jejeje!
 
Hoy en el patio hemos podido jugar a todo menos a los cubos y a las palas en el arenero. Como llevamos una semana tan lluviosa, la arena está más que húmeda, y por eso los profes no abren el baúl de los cubos. Y hoy, los chicos, hemos decidido no jugar al fútbol como todos los días, y queríamos probar con el baloncesto. Con un aro nos basta y nos sobra para poder practicar nuestro tiro de corta distancia. Está claro que el que se aburre es porque quiere



 
Y a la vuelta del patio teníamos una cita de la que todavía no os hemos dado ninguna pista. Como esta semana hemos celebrado en el cole el Día del Libro, hoy teníamos que ir al cole de los mayores, el de Primaria, para ver un capítulo muy divertido del gran Don Quijote de la Mancha. Durante toda la semana hemos aprendido muchas cosas sobre este personaje: sabemos su nombre, y que se volvió loco de leer tantos libros de caballeros andantes. Siempre le acompañaba su fiel escudero, Sancho Panza. Don Quijote siempre iba montado en su caballo Rocinante, y Sancho Panza a lomos de su burro, Rucio. Don Quijote estaba enamorado de una dama que se llamaba Dulcinea, que vivía en El Toboso, muy cerquita de Miguel Esteban; vamos, que somos vecinos de la tal Dulcinea. El profe nos había contado la aventura que vivieron con los molinos de viento. Y esa aventura es la que hemos visto hoy, en la biblioteca de Primaria, con los alumnos de la seño Begoña.
 



 
Allí nos esperaba una jefa muy jefa: la jefa de estudios de todo el cole, Consuelo. Es la que nos ha preguntado sobre Don Quijote, y nosotros le hemos contestado todo. Ha dicho que sabemos mucho sobre este personaje que escribió Miguel de Cervantes. Eso también lo sabíamos, y que perdió una mano cuando se fue a la guerra.
 


 
 
Nos ha gustado mucho ver el capítulo de la lucha contra los molinos de viento. Resulta que Don Quijote, como estaba loco, en vez de molinos, veía gigantes. Pues ahí que fue con su lanza y montado en Rocinante, al ataque, hacia ellos, y claro, se dio un golpazo que le dejó molidos todos los huesos. Pobre Don Quijote. Como nos sobraba tiempo, volvimos a ver la misma aventura pero con actores de verdad y con molinos de verdad. Nos impresionó aún mucho más que los dibujos.
 



 
 
 
 
 ¿Y sabéis qué? Que las mamás y papás del AMPA, como sabían que en el cole celebrábamos el Día del Libro, organizaron un concurso de marcapáginas, y teníamos que hacer un dibujo muy chulo sobre nuestros propios sueños. Pues este mismo día nos visitaron unas cuantas mamás para darle el premio al ganador del concurso de dibujos y marcapáginas. ¡Ha sido Silvia! ¡Bravo por ella! Ha recibido un regalo, que como no podía ser de otra forma, ha sido un libro. Por eso celebramos el Día del Libro ¿no? El profe nos ha dicho que podíamos haber ganado cualquiera, y que todos somos unos artistas de categoría; y por eso nos ha repartido como premio a todos unos caramelos.

 
Nos toca deciros hasta la semana que viene, ya la última semana del mes de Abril. El tiempo corre que se las pela. Os esperamos por aquí para seguir contando a todos nuestras peripecias, para seguir enseñando a todos nuestros trabajos y para seguir mostrando a todos nuestra vida en el cole del Dragón.