UN GUSANO MUY VIAJERO

¡Cómo se nota que ya estamos en el mes de la Navidad! Y Mariola nos lo ha querido recordar a todos. Se ha presentado en el cole con unas hojas de otoño preciosas, pintadas de un color plateado y con unos lacitos muy monetes. Las hemos guardado para cuando comencemos con la decoración navideña, que va a ser dentro de poco.

 

Además, Miguel le ha recordado al profe que en su funda de las tareas llevaba un objeto para el rincón de China: se trataba de una Hello Kitty vestida de chinita con un cartel escrito en chino...¡A saber qué pone ahí! Y Mariola de nuevo nos ha sorprendido sacando de una bolsa que traía, un farolillo rojo de la misma China; justo el día de antes habíamos hecho nosotros unos caseros, y ahora tenemos uno auténtico, bien colgado para darnos suerte a todos.

 

 

 

 

 

Hoy nos hemos enterado de una noticia mosqueante; ha llegado Ángel el Conserje a nuestra clase para contarnos que ayer pilló a un ladronzuelo por la tarde, llevándose un balancín nuevo que tenemos en el patio del dragón. El primer día que lo sacamos y casi nos lo roban...uyyyyyy. Pero hemos decidido que nos encargamos los de nuestra clase de sacarlo y meterlo todos los días, para que esté bien seguro. Hoy se han ocupado de sacarlo Sergio y David.

 

Y durante el patio, Silvia y José estaban "excava que te excava" con las palas y han desenterrado una moto verde del arenero. Dice el profe que como llevaba mucho tiempo enterrada, y nos la hemos encontrado nosotros, la limpiamos y la guardamos en nuestra clase, con los demás coches y camiones. ¡Ala!

 

 

 

Después de pasar del patio hemos hecho una cosa por última vez; resulta que tenemos un bingo de las letras del abecedario, y hoy ha sido el último día que jugábamos con ese bingo, porque el profe va a fabricar uno nuevo, de números, de muchos números, y así cambiamos un poquito de juego. En este último bingo de letras el ganador ha sido Hugo ¡Qué suerte ha tenido! Estábamos un montón de compañeros también a punto de cantar bingo. Pero la suerte es la suerte. Otras veces hemos ganado todos a la vez. Esperemos que se vuelva a repetir eso.

 

 

 

 

Y por fin llegaba nuestro momento del día más esperado, bueno, de la semana mejor dicho; porque todos los miércoles tenemos que venir en chándal, pues toca Psicomotricidad (nosotros le decimos gimnasia que es más fácil de pronunciar). El profe hoy ha venido sin chándal porque es un despistado; dice que cuando se ha levantado por la mañana se creía que era jueves. Vaya follón tiene en la cabeza.

 

Hoy os queremos contar algunos juegos que solemos hacer en la sala de psicomotricidad. Siempre empezamos calentado motores con el juego del lobo. El lobo siempre es el encargado de ese día, hoy le ha tocado a Sergio, y tiene que pillar a los demás, pero primero se tiene que ir vistiendo hasta que está listo. Cuando nos anuncia que está preparado sale disparado para pillarnos. Sólo nos podemos salvar del "lobo despistado" agachaditos. Si estamos agachaditos no nos puede hacer nada. Mientras que se viste le cantamos una canción...

Juguemos en el bosque mientras que el lobo no está,

juguemos en el bosque mientras que el lobo no está,

¿lobo estássssss?

Me estoy poniendo los calcetiiiiiiiiiiiines...

 

 

Después hemos hecho el juego del gusano. Y hoy lo hemos hecho muy especial, porque el gusano es un gusano muy viajero, y hoy su viaje ha sido bastante lejano;  hasta el cole de los mayores. El gusano empieza siendo cortito, pero poco a poco se va haciendo más y más largo, hasta que está completo. Ese es el momento en el que coge las maletas y el cepillo de dientes y se va de viaje: por el pasillo de infantil, por el patio del dragón, por el patio donde esperan las familias, y hoy, incluso por el cole de los mayores. Cuando el gusano viajero ha llegado al cole de Primaria los maestros de allí se han asomado muy curiosos a ver qué pasaba, jejejejeje. Es muy importante que el gusano no se rompa durante su viaje y nosotros lo hemos conseguido.

 

 Y por último, porque ya no nos ha dado tiempo a más, hemos hecho un circuito de los que nos gustan, muy complicado y de hacer mucho equilibrio. Era el circuito de los cien caminos. Y teníamos que mantener el equilibrio caminando sin pisar el suelo, eligiendo el camino que nos diese la gana, y sin molestar a los demás. Es algo difícil, pero como ya somos mayores tenemos más equilibrio. Es un momento de lío muy gracioso y entretenido.

 

Y ya no nos ha dado tiempo a más, porque han llegado los niños de la maestra Begoña para empezar a ensayar el villancico del festival de Navidad. Ya os iremos contando qué tal se nos da y los personajes que aparecen en el villancico... Bye, bye.