viernes, 25 de diciembre de 2015

¡FELICIDADES JAIME!

Ahora que estamos de vacaciones, bien descansaditos en casa, después de estos días de locura en el cole, os vamos a contar un poquito todo lo que hicimos el último día. Porque dio para mucho. Eso sí, estuvo genial, genial. Si todos los días fuesen así... Aunque seguro que también nos cansaríamos de tanta fiesta.
 
Era el día. Teníamos la visita más especial que unos niños de 4 años pueden tener. ¿El Papa? ¿El Ratoncito Pérez? ¿Michael Jackson resucitado? No. Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Melchor, Gaspar y Baltasar. Con sus pajes incluidos. Venían cargaditos de regalos y de ilusión. Nosotros íbamos cargados con nuestra carta para ellos. Cada uno habíamos escrito en clase el nombre de nuestro rey favorito y sólo un juguete que quisiéramos. Dice el profe que no hay que abusar. Así que pensamos bien el juguete que queríamos. Estábamos algo nerviosos, pero no asustados; como el año pasado, cuando vinieron también, que nos daban un poco de temor sus grandes y profundas barbas. Este año los mirábamos fijamente a los ojos y nos sentábamos en su regazo con total tranquilidad, como si en vez de reyes fuesen sillones blanditos. Nos estaban esperando en la sala de Psicomotricidad ¿Cómo no nos va a encantar ese sitio? Si a parte de divertirnos jugando recibimos visitas tan especiales. Después de entregarles las cartas y hablar un poquito, tímidamente con ellos, decidimos cantarles nuestro villancico del festival, el del lobito bueno. Seguro que les ha encantado, sobre todo a Baltasar, el rey negro, que estuvo todo el rato viéndonos con la boca abierta y los ojos como platos.




 
¿Habéis visto qué guapos íbamos todos? Como buenos anfitriones, sabíamos que hoy venían los Reyes Magos, y nos pusimos disfraces navideños de gala, para alegrarles el día, que seguro que están cansados por venir de tan lejos. En nuestra clase había de todo, pastorcillos, un lobito bueno, Papas y Mamas Noel, una bombillita de navidad, una muñeca de nieve con chistera incluida, una duendecilla navideña, un San Miguel, digo San José... íbamos super guapetes. Y otros llevamos panderetas y entramos tocando, para alegrar aún más el ambiente.
 
















 Ya teníamos las cartas entregadas y nos habíamos despedido de Los tres Reyes Magos. Nos habían regalado unas pantallas para escribir y borrar las veces que quisiéramos. Un regalo genial. El profe nos dijo que las guardásemos bien hasta irnos a casa porque se pueden perder o romper. Menos mal que le hicimos caso. Y también le dieron al profe un lote de libros super guays para nuestra clase. Ya los hemos colocado en la biblioteca del aula.
 
Y ahora nos tocaba otro plato fuerte. El cumpleaños de Jaime. Él ya lo celebró el domingo pasado en Jábola, con todos los compañeros, pero como le hacía ilusión celebrarlo también en el cole, pues eso hizo. ¿Sabéis qué trajo para el cumple? Pues no trajo una tarta, sino un Roscón de Reyes, más grande que la rueda de un camión. ¡Qué rico! Todas las maestras pasaron a probarlo porque les daba mucha envidia. La verdad es que si no se hubiesen ido los Reyes Magos, les habríamos llevado un pedazo a cada uno. Estuvo genial el cumple de Jaime; era el único que faltaba por cumplir los 4 años. Es el más jovenzuelo de la clase. Ahora ya estamos todos igual, con los cuatro años. En el próximo cumple que celebremos, que será el de Sergio, las velas con el número cuatro ya no nos valen, hay que usar el 5. Siempre que hay un cumple cantamos: "cumpleaños feeeeeeliz, tócate la naaaaaaariz, que si no te la tocassssss, te la toco yo a tíiiiiiiiiiiiii".



No hay nada mejor que sentirse arropado por tus amigos y amigas en un día tan bonito como tu cuarto cumpleaños. Que se lo digan a Jaime.
 






 
Y no sólo pasaron las maestras a probar el roscón de reyes de Jaime; la mamá de José estuvo acompañando a los Reyes Magos y haciendo fotos, y luego, cómo no, se pasó a saludarnos a la clase. Se comió un pedacito de roscón. Y le deseamos todos feliz navidad.
 
 
Y cuando ya muchos de nosotros habíamos dejado de comer roscón, bocadillos y chuches, el profe puso música muy marchosa y a toda castaña, para animar la fiesta de cumpleaños. De repente la clase se convirtió en una pista de baile, y ahí demostramos algunos nuestras dotes de bailarines. Mirad el video y no perdáis de vista los pasos de baile, para que os lo aprendáis.
 
 
Jaime nos trajo unos regalos muy útiles y suculentos: un estuche de ceras de colores de Mickey Mouse, y una bolsita de chuches. Así podemos colorear en casa con el regalo de Jaime. Muchas gracias compañero. Jaime se convirtió de repente en mitad pastorcillo, mitad rey. Estaba muy apuesto él.
 
 
Y al final todo llega a su fin, eso ha pasado con este trimestre. Ha pasado en un abrir y cerrar de ojos, pero también ha sido muy intenso, porque hemos hecho un montón de cosas. Llegamos en verano al cole del dragón y nos despedimos de él  en invierno. Dice José Enrique que tenemos que disfrutar y aprovechar mucho, mucho todos los días en estos años que tenemos ahora, porque según él nos vamos a acordar de ellos toda la vida. ¡Pero si lo que queremos nosotros es hacernos mayores para poder hacer más cosas! Y el profe dice que él lo que quiere es ser como nosotros. Que le encantaría cambiarse por un día por cualquiera de nosotros. Dice que cuando seamos mayores, como él o como nuestros papás, lo entenderemos. De todas maneras, esto todavía no ha terminado; queda mucho curso todavía y muchas cosas que contaros. Ahora toca descansar en casa y disfrutar de las familias.
 
Hablando de familias... el profe ha recibido una foto de una familia. La familia Ortiz Olmo. Ellos han recibido una carta muy particular, con una felicitación navideña hecha por alguien de esa familia: Yeray. Lo han querido compartir con todos por este simpático blog, que es de todos y está a disposición de todas las familias y amigos del grupo de 4 años B. Ahí tenéis la felicitación. Pero esperamos que manden otra foto en la que salgan toda la familia o algunos de ellos. Y también esperamos que os animéis los demás que hayáis recibido algo en estos días. ¡Que no os dé vergüenza!
 
 
Y os dejamos con una incógnita para resolver durante la vacaciones navideñas. Jaime trajo un roscón de reyes. Los mayores ya sabéis que siempre hay escondida una figurita dentro del roscón. A quien le toque la figurita se convierte en rey por un día y debe mandar y los demás obedecer. ¿A quién le tocó la figurita en su trozo de roscón y qué hizo con ella? Ala, ya podéis preguntar y resolverlo. ¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!
 
NO PERDÁIS DE VISTA MUCHO TIEMPO EL BLOG, PORQUE EN ESTAS VACACIONES, CUALQUIER DÍA PATOSA NOS HACE UNA VISITA POR AQUÍ. HASTA PRONTO...

1 comentario:

  1. La figurita le toca a José Enrique y se la dio a Jaime (el cumpleañero molon).

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