miércoles, 25 de mayo de 2016

¡FELICIDADES HUGO!

¡¡¡Cumpleaños feeeeliz, cumpleaños feeeeeliz, tócate la nariz, que si no te la tocas, te la toco yo a tííííííí!!! Hoy ha sido día de felicitar a nuestro gran amigo Hugo por su cumpleaños. ¿Y cuántos añitos ha hecho? Pues los mismos años que dedos tenemos en una mano, 5. Como Hugo venía supercontento, traía en la fila por la mañana tempranito, el pañuelo de pirata que hicimos ayer en el cole. Era misión de todos conseguir que la fiesta de cumpleaños de Hugo fuese lo más especial posible.




Hoy estábamos todos en clase, no faltaba ningún compañero;  y además, para la fiesta de cumple, seríamos uno más; bueno, uno más sólo al principio del cumpleaños, porque como viene siendo costumbre en nuestras fiestas, al final se nos llena la clase de muchísimos niños de otras clases. Claro, como oyen la música, huelen las chuches, y ven el buen ambiente, les da envidia y van pasando poquito a poco, cada vez más y más niños, hasta que se llena la clase de niños de 5, de 4 y de 3 añitos. Una mezcla muy divertida para todos, aunque quizás para el profe no tan divertida. Pero seguro que a él no le importa mientras que se comporten correctamente y no hagan mucho el burro.
 
Pero con tanto hablar no hemos contado quién era ese "uno más" que se ha añadido a nuestro cumple desde el principio. Pues no os lo vamos contar nosotros aquí; tendréis que ser vosotros los que nos preguntéis y escribáis el nombre de ese invitado o invitada sorpresa.




 
Era muy graciosa la situación, porque esa persona tenía unas ganas locas de entrar a nuestra clase para empezar el cumple; pero nosotros estábamos todavía terminando unas fichas de la S, y el profe había dicho que hasta que no las terminase todo el mundo no empezaríamos la fiesta. Pero esa persona no paraba de asomarse por la puerta y preguntar que si ya podía pasar; y así hasta cuatro veces, ¡Jajaja! Es que ya nos queda muy poquito de curso, y dice el profe que hay que terminar las poquitas fichas que nos quedan antes de las vacaciones de verano.
 
Cuando ha empezado a llenarse nuestra clase de otros niños, pues ya sabéis... hemos bailado, hemos compartido las chuches y la tarta de Hugo... ¡Nos lo hemos pasado muy bien!
 









 
Y desde ahí todos al patio, a seguir los juegos y las travesuras. Y cuando volviésemos del patio, agua para refrescarse, toallitas para la cara y manos, y derechitos a la sala de gimnasia ¡Qué dura es la vida de los niños de 4 y 5 años! ¿Eh?
 
Como hoy era el cumple de Hugo, y la encargada del día era Varvara, han unido sus fuerzas y su velocidad para ser los dos lobos en el juego del pilla-pilla, con el que siempre comenzamos. Hoy los que éramos corderitos teníamos que estar más rápidos y atentos que de costumbre, porque al haber dos lobos, nunca se sabe por dónde te van a hincar el diente.
 

 
A continuación, hemos hecho un juego algo más tranquilo y relajante. Era un juego de habilidad, y teníamos que tener fuerza y puntería. Debíamos derribar el palo de colchoneta, con una pelota gigante que tenemos guardada en la sala. A algunos se nos iba hacia la derecha, a otros hacia la izquierda, pero otros hemos afinado la puntería y la hemos conseguido tirar. ¡1, 2 y....3! ¡Empujón!
 


 
 
Como todos hemos participado en este juego, el profe se ha quedado con las ganas de practicar su puntería; pero él decía que de esa manera no le gusta; que él necesita más objetos para no fallar, porque no es tan bueno en la puntería como nosotros. Pues nada, nos hemos puesto todos juntos, unos al lado de los otros, y hemos hecho una gran familia de bolos. Como los bolos no tienen ni brazos ni piernas, nosotros teníamos que imitarlos, y esconder nuestros brazos detrás de la espalda, y juntar fuerte nuestras piernas y no poder moverlas. Si el profe lanzaba la pelota gigante y nos tocaba a alguno de nosotros, teníamos que dejarnos caer hacia atrás, como si fuésemos bolos de verdad; y así hasta que cayésemos todos los bolos.
 

 
Y para casi terminar, hemos hecho de nuevo el juego de los lobos y los cerditos constructores de casas. Llevábamos muchas semanas sin jugar a este divertido juego. Es fácil, un grupo son cerditos, y otro grupo son lobos. Los lobos se esconden y vigilan mientras que los cerditos construyen su casa con los cojines y colchonetas que hay en la sala. Es muy importante el trabajo en equipo y la colaboración, para que salga una casa chula y resistente. Cuando la casa se termina los cerditos se esconden dentro, y los lobos merodean para intentar entrar; al final, no les queda más remedio que soplar y derribar la casa, mientras que los cerditos escapan por la puerta de atrás. ¡Qué miedo!
 



 
Y ya para terminar, nos hemos despedido de la sala con el juego de la serpiente, y nos hemos tenido que ir, a toda prisa, a recoger para irnos a casa. Y es que hoy era como un viernes, porque mañana no hay cole. Bueno, no hay cole durante muchos días seguidos, justo hasta el miércoles de la semana que viene. Nos hemos despedido del cole hoy en el mes de Mayo, y cuando volvamos la semana que viene ya será un mes nuevo, Junio, el último mes de cole de este curso. Esto se acaba y de qué manera. Pronto abrirán las piscinas, empezaremos los viajes y las escapadas a la playa... Comenzará el verano. Ahora tenemos que aprovechar estos seis días para relajarnos, disfrutar con nuestras familias, y coger fuerzas para el último arreón del curso.
 
Nosotros nos despedimos hasta la semana que viene. Pero antes de irnos dos cosas: ¿Ya sabéis el nombre de la personita que nos ha acompañado en el cumple de Hugo? Y mandarle todo nuestro cariño y cinco tirones de orejas a nuestro compi Hugo. ¡Y que cumpla muchos más! Hasta pronto.
 
 
 
 
 


martes, 24 de mayo de 2016

UNA MAÑANA MUY PIRATA

¡Hoy era el día perfecto para pasarlo... PIRATA! Toda la mañana la íbamos a dedicar a estos personajes tan fieros y que tanto nos gustan y nos apasionan: los piratas. Ya desde temprano, en la fila debajo del dragón, se empezaban a ver algunos niños con parches y tuertos de un ojo, algún que otro sombrero con la calavera, y muchas espadas de todos los tipos: más largas, más anchas, con la punta afilada o con la punta redondeada. Parecía que en vez de entrar al aula íbamos a hacer un abordaje a otro cole.
 
La asamblea de hoy ha sido muy distinta, porque en vez de tener encargado, hemos tenido capitán. Y había un montón de espadas relucientes por el sol que entraba a través de las ventanas.



 
De las primeras cosas que hemos hecho hoy en la asamblea ha sido recitar todos juntos la poesía en honor al Pirata Piratón:
 
EN  TODO EL MUNDO NO CREO,
QUE HUBO UN PIRATA TAN FEO.
LE FALTABA MEDIA OREJA,
SIETE DIENTES Y UNA CEJA.
ESTABA TUERTO DE UN OJO,
Y EL OTRO SE LE TORCÍA.
Y ERA TAN COJO, TAN COJO,
Y ERA TAN MALO, TAN MALO...
QUE TENÍA, ¿QUÉ TENÍA?
LAS CUATRO PATAS DE PALO.
 
Hoy, como no podía ser de otra manera, teníamos de trabajo fichas y manualidades en honor a los piratas. Una de ellas era dejar terminada una bonita isla del Caribe. Por el Caribe había un montón de islas que visitaban los piratas, y era donde escondían todos los tesoros que iban consiguiendo. Pero era muy importante tener un buen mapa para luego, años más tarde, acordarse dónde habían escondido el tesoro. Y eso es lo que hemos hecho también, un tesoro recortado, en trocitos, como un puzle, y después lo hemos tenido que pegar y formar, para que se viese el cofre lleno de monedas de oro. Para que luego digan que los piratas no son obedientes y aplicados.
 



 
La manualidad que hemos hecho después cada uno, ha sido nuestro pañuelo de pirata. Cada uno lo hemos coloreado con los colores que más nos gustaban. Después, el profe les ha ido poniendo unas gomas para poder ponérnoslos. Teníamos muchas ganas ya de convertirnos en auténticos piratas y comenzar a buscar nuestros tesoros escondidos, pero sería un pelín más tarde, después del recreo.
 
Cuando hemos vuelto del patio, nos hemos refrescado bebiendo agua y mojándonos las manos y la cara con una toallita fresquita. Ya estábamos preparados para la búsqueda pirata del tesoro. Lo primero era pasar por el "convertidor" de niños a fieros piratas. El "convertidor" era el profe con unas ceras de maquillaje y con nuestros pañuelos piratas. Cada uno le pedíamos algo distinto para la cara: todos parche, por supuesto; otros querían bigote y perilla; otros cicatrices; y los más osados, un montón de barba de auténtico pirata desaliñado. Mirad qué feos hemos quedado...
 








Ya estábamos todos hechos unos auténticos rufianes que surcan los siete mares. Al grito de ¡¡¡AL ABORDAJE!!!, nos hemos puesto todos en pie y hemos abordado nuestras mesas, como si fuesen auténticos barcos que navegan el océano.
 




 
¿Pero qué nos faltaba a todos, que es super importante para encontrar nuestros tesoros escondidos? Pues eso, los MAPAS DEL TESORO. Estos mapas no eran mapas con un dibujo de una playa o una isla del Caribe; nosotros estamos en el cole, entonces necesitamos un mapa del patio del cole, y así sí que nos será fácil encontrar el botín.
 


 
A cada pirata nos ha tocado buscar la monedas escondidas en un sitio distinto; a unos cuantos piratas les ponía el mapa que se dirigiesen a las ruedas grandes del patio. Otros cuantos piratas debían buscar bien por todos los rincones cerquita de la portería; los terceros piratas debían navegar hasta las ruedas que sirven de separación con el arenero; y ya los últimos piratas, tendrían que recorrer todo el arenero en busca de sus tesoros. La verdad es que ha sido más fácil de lo que pensábamos encontrar las monedas. Además, como parecían de oro, y brillaban mucho por el reflejo del sol, antes las encontrábamos.
 
El profe nos ha dicho que como somos piratas, podíamos hacer lo que quisiéramos con nuestro botín. Algunos se lo han zampado enseguida, porque las monedas no eran de oro, eran de chocolate. Otros se han guardado unas poquitas para casa. Y los más tragones, se han manchado tanto las manos de chocolate, que al tocarse la cara, no se sabía si la barba era negra o marrón. ¡Qué pintas tenían algunos! Se les podía haber llamado los piratas barbalate, mitad pelos de barba, y mitad manchas de chocolate.












 
Y este ha sido nuestro martes de hoy, un martes muy pirata. Ya mañana será un día totalmente distinto, con más cosas diferentes, pero también muy divertidas; mañana tenemos doble ración de diversión: es el cumpleaños de Hugo, y después del recreo nos vamos a la sala de psicomotricidad. Ahora nos despedimos, que algunos de nosotros todavía tenemos algo del tesoro encontrado, y es hora de merendar; bueno, y quién sabe, a lo mejor lo volvemos a esconder en un nuevo sitio. Tendremos que hacer un nuevo mapa para no olvidar el escondite. Hasta mañana... ¡¡¡¡¡ARRRRGGGHHH!!!!!